Venezuela está presa en Ramo Verde, por Alfredo Jimeno

Venezuela está presa en Ramo Verde, por Alfredo Jimeno

El viernes pasado varios miembros de los partidos políticos que hacen vida en la alternativa democrática fuimos en unidad a la cárcel militar de Ramo Verde con el propósito de visitar a nuestro hermano Leopoldo López. Nuestra intención no era otra que hacerle llegar un mensaje de aliento y esperanza en su cumpleaños, así como hacerle llegar también una planilla de solicitud de activación del referendo revocatorio presidencial para que él pudiera apoyar esta iniciativa con su firma.

Yendo a la cárcel militar nos topamos en distintos puntos del camino con un doloroso panorama que se repite con mayor frecuencia en nuestra golpeada Venezuela: larguísimas colas de personas cada vez más empobrecidas a las puertas de supermercados, bodegas, abastos y farmacias, todas ellas cazando alimentos y medicinas, bienes básicos cada vez más escasos y costosos. Eso nos sirvió para recordar el verdadero motivo de la injusta prisión de Leopoldo: el profundo miedo que una cúpula corrupta, anti democrática e ineficiente atrincherada en el poder, le tiene al despertar y a la organización democrática, pacífica y constitucional de todo un pueblo que hoy sufre y sueña con el cambio que haga posible la llegada de La Mejor Venezuela.

Al llegar a las inmediaciones de la cárcel nos detuvo una alcabala militar. Estaba compuesta por varias serpentinas de alambres de púas atravesadas en el medio de la calle, así como por la custodia de al menos una docena de efectivos militares, entre los cuales destacaba el sub director de Ramo Verde.

El gobernador Henrique Capriles, el diputado y presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, los diputados Freddy Guevara y Julio Borges, así como la Señora Antonieta Mendoza de López (madre de Leopoldo), en compañía de todos los compañeros de la Unidad que estábamos allí, solicitaron a la custodia militar que se les permitiera el ingreso al penal para visitar a Leopoldo, aprovechando que durante los cumpleaños los internos tienen el derecho de recibir las visitas de amigos y seres cercanos. La respuesta que recibimos de los militares da perfecta cuenta de dos cosas: por un lado, de las condiciones inhumanas de reclusión que sufre nuestro hermano Leopoldo, caracterizadas por el aislamiento en solitario y por la tortura psicológica; y por el otro, de las arbitrariedades a las que todo nuestro pueblo está expuesto.

Se nos informó que, a pesar de que efectivamente los reclusos pueden recibir visitas extraordinarias los días de sus cumpleaños, y a pesar también de que se les había informado con antelación a las autoridades del penal de esta visita, lamentablemente nadie podía ver a Leopoldo porque el ministro de la defensa no lo había autorizado.
Es cuando menos indignante la discrecionalidad impune con la que la dictadura militarista abusa del poder, violando desde las normativas legales más elementales hasta los derechos humanos de todo nuestro pueblo, y en especial de aquellos que valientemente se atreven a ejercer un pensamiento crítico.

La situación que sufre Leopoldo en Ramo Verde es la misma que sufre toda Venezuela, y digo esto porque ambos son víctimas del mismo grupito antidemocrático y militarista que está obsesionado con el poder. Tanto Leopoldo como Venezuela viven terribles humillaciones (Leopoldo ha visto varias veces a su familia ser humillada al momento de visitarlo, mientras que al pueblo lo humillan a diario obligándolo a hacer colas para comprar comida y medicinas), y a ambos quieren silenciarlos a como dé lugar (Leopoldo está aislado en solitario para que su voz no nos llegue, mientras que al pueblo lo quieren callar irrespetando su voluntad, desconociendo a la Asamblea Nacional y poniéndole trabas en el camino a los mecanismos constitucionales que promueven las salidas electorales a esta crisis profunda).

Así las cosas, queda claro que quien está injustamente preso no solo es Leopoldo López, sino todo un país que lucha por romper sus cadenas y liberarse de un gobierno que, en su desesperación por saberse cada vez menos querido, ha optado por la locura y la intimidación.

Estoy completamente seguro de que vamos a lograr el cambio que tanto necesita nuestro país, y la razón de mi optimismo es muy simple: la fuerza del pueblo es indetenible; y el pueblo venezolano, cada día más, está ganado a la idea de lograr una Venezuela donde todos los derechos sean para todas las personas, sin exclusiones ni privilegios.

@AlfredoJimenoR
Concejal de Chacao
www.alfredojimeno.com

Exit mobile version