Brasil aprovechará el relevo de la antorcha olímpica, que comienza hoy por Brasilia y recorrerá unos 36.000 kilómetros y poco más de 500 ciudades antes de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el 5 de agosto, para promover sus mayores atracciones turísticas. Carlos A. Moreno/ EFE
El mayor símbolo olímpico, encendido el 21 de abril en Olimpia (Grecia), pasará por las regiones turísticas del país con el fin de promoverlas internacionalmente, incluyendo las lejanas selva Amazónica y el pantanal.
El tour de 95 días fue decidido por el Comité Organizador de Río 2016 tras consultas a diferentes órganos, incluyendo el Ministerio de Turismo.
En un recorrido de 20.000 kilómetros por carretera y otros 16.000 kilómetros por avión, la llama será cargada por unas 12.000 personas y, aunque pasará por 500 ciudades, tan sólo dormirá en 82 de ellas y en muchas otras tan sólo se verá el paso de una caravana de vehículos.
Estas 82 fueron escogidas por ser capitales regionales, por su importancia económica o por ser destinos que el Gobierno quiere promover, admitió la estatal Empresa Brasileña de Turismo (Embratur).
De acuerdo con el organismo, así como ocurrió en el Mundial de fútbol de 2014, todo el mundo dirigirá su mirada a Brasil durante los Juegos Olímpicos, pero como las competiciones se concentrarán en Río, sólo el recorrido de la antorcha puede ser aprovechado para promover los destinos turísticos más recónditos del país.
La Embratur organizará eventos específicos y conciertos en 48 ciudades del recorrido, además de viajes para periodistas extranjeros.
Según un sondeo realizado por este organismo, el millón de turistas extranjeros que visitó Brasil durante el Mundial, que se celebró en doce sedes, aprovechó para visitar 479 municipios; el 95 % de ellos manifestó su intención de regresar al país y un 65 % admitió que los Olímpicos sería un buen motivo para ese retorno.
Tan sólo en Brasilia, en donde será recibida hoy por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, la antorcha pasará por quince puntos turísticos, incluyendo el palacio presidencial de Planalto, el de Itamaraty (cancillería), la catedral y la “igrejinha” (iglesita) de la Asa Sul.
Tras pasear por la ciudad decorada por las obras del arquitecto Oscar Niemeyer, el fuego olímpico seguirá por algunos destinos ecológicos de su entorno escogidos a dedo por su potencial turístico, como Pirenópolis, conocida por sus cascadas, Vila Propicio y Caldas Novas, la mayor estancia hidrotermal del mundo.
Seguirá a Campo Grande y Cuiabá, capitales de los estados de Mato Grosso do Sul y Mato Grosso y puertas de entrada del pantanal, la mayor área inundable del mundo, con una gran variedad de fauna y flora.
En el sureste pasará por ciudades históricas como Ouro Preto y Tiradentes y por balnearios como Guaraparí antes de seguir rumbo al noreste, destino apreciado por su eterno clima tropical y sus famosas playas, como las de Porto de Galinhas y Porto Seguro.
En esa región también recorrerá la histórica Salvador, capital de Bahía, o las dunas de los Lençois Maranhenses, pasando por Sete Cidades, conocida por su arte rupestre, y Campina Grande, en donde coincidirá con la apertura de sus fiestas de San Juan, antes de tomar el avión para visitar la isla de Fernando de Noronha, un paraíso en medio del océano Atlántico.
La antorcha seguirá después hacia la región amazónica, para visitar Manaos, famosa por su Teatro Amazonas y por estar cerca del encuentro de los ríos Negro y Amazonas, cuyas aguas no se mezclan durante varios kilómetros.
Igualmente la llama visitará el mercado popular de Belén y cerca del monte Roraima, mayor elevación de la Amazonía, ubicada en la frontera con Venezuela.
Desde allá volará en avión hacia el extremo sur de Brasil, en donde pasará por la ruta del vino, cuya capital es Bento Gonçalves, y las ruinas de las misiones jesuitas en San Miguel das Missões.
En Foz de Iguazú, en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, la antorcha dormirá dos noches para poder visitar las famosas cataratas del Iguazú, la gigantesca hidroeléctrica Itaipú y el hito de las tres fronteras.
Desde el sur comenzará a subir hacia Río pasando por el balneario de Florianópolis, por todo el estado de Sao Paulo, en el que, entre otras urbes, visitará Barretos, conocida por sus rodeos, y la propia Sao Paulo, que es la mayor ciudad brasileña y una de las principales mecas turísticas de Brasil.
Antes de llegar el 5 de agosto al estadio Maracaná para la fiesta inaugural de los Olímpicos, la antorcha pasará por la histórica Paraty, en el litoral sur de Río de Janeiro y famosa tanto por ser Patrimonio Histórico de la Unesco como por sus playas. EFE