En días recientes el Papa Francisco decidió enviar una carta personal a Nicolás Maduro debido a la grave crisis que atraviesa Venezuela, que no sólo es en términos de alimentación y salud, sino de las incitaciones al odio y a los enfrentamientos que quebrantan la paz de nuestro país. Aunque el contenido completo de esta misiva no ha trascendido, el portavoz del Vaticano señaló que la preocupación del buen Francisco, no es de ahorita y que incluso en la Semana Santa, dedicó unas emotivas palabras de fe y reconciliación para la feligresía venezolana.
Ciertamente, en los días santos la comunidad católica venezolana quedó gratamente sorprendida y agradecida de su Santidad, por sus bendiciones en los duros momentos que atravesamos, así como por el llamado que hizo para que se trabaje en pos del bien común, e hizo un llamado a quienes tienen en sus manos el destino del país, para que busquen formas de diálogo y colaboración entre todos. El Vaticano intercede por Venezuela y promueve el diálogo entre Gobierno y oposición y utiliza al Nuncio Apostólico Aldo Giordano como instrumento para ello. Sin embargo, estos esfuerzos y llamados de paz del máximo representantede Dios en la tierra, no son escuchados por el “Satanás venezolano”, cuyo verbo incendiario, iracundio, de odio y de división, propician escenarios de confrontación y guerra, y en su desobediencia espiritual y católica, llama a la rebelión y a un paro nacional en caso de que “atenten” en su contra, pero señores, el único que ha atentado contra la integridad de todo un pueblo es Nicolás Maduro y su camarilla de jerarcas que se han enriquecido de manera grosera y obscena, jugando con las necesidades de la gente, sin importar nada, incluso la muerte de venezolanos por falta de alimentación y medicinas.
Pues bien, mientras Satanás esté en la Presidencia de la República, el Santo Padre no podrá lograr su cometido de paz, porque Maduro significa el anticristo, la gula de poder, la perversión, la ira, el odio y todos los pecados capitales que hoy nos tienen sumergidos en la peor crisis política, económica, social y moral jamás vivida en nuestro país. Esta dictadura del siglo XXI, ha ofendido a nuestra iglesia católica, ha calumniado a sus máximos exponentes, los ha vilipendiado y hasta piedras han tirado a los sarcófagos de cardenales fallecidos. Aquí todo está claro, Maduro quiere venderse como un humilde corderito, cuando todo el pueblo sabe que ha encarnado a Lucifer y al mal, porque un mandatario que declara una guerra a muerte a todos los que disienten de su gobierno, y quien no ha sido humilde para escuchar con sabiduría los mandatos del pueblo, no puede llamarse católico y mucho menos practicante de la fe.
La fe en Dios todo lo puede, y más temprano que tarde los venezolanos y hermanos extranjeros que hoy conviven con nosotros en nuestro país, veremos el derrocamiento de Satanás y de esta dictadura del Siglo XXI, que nos ha condenado al hambre, a la miseria, a la tristeza y a la desolación. No obstante, los católicos reconocemos como el máximo representante de Cristo en la tierra a su Santidad Francisco, cuya autoridad espiritual no solo se ejerce en las 44 hectáreas del Vaticano, sino en 1 millón 200 mil católicos en el mundo. Agradecemos de todo corazón por su encíclica fundamentada en su preocupación por la situación de Venezuela; pues bien, y como vicario de Cristo, sabemos que uno de sus deseos es, viajar a Venezuela y valorar desde su sabiduría, la convulsión social existente, el irrespeto a la vida y a las diferencias, la persecución y los llamados de paz de Satanás y de su corte del mal, pero hasta que no hayamos salido de este anticristo, ciertamente, no podrá honrarnos con su visita, porque no podemos ofrecerles garantías de seguridad.
Gracias Papa Francisco por su dedicación a Venezuela, ore mucho porque los que vivimos aquí, despertemos y reaccionemos de una vez, y podamos ver con claridad la luz y la paz. Tenemos una salida constitucional al gobierno de Maduro, que es el referéndum revocatorio de su mandato, y estamos seguros que con sus bendiciones, más temprano que tarde, saldremos de este infierno, de Satanás y de esta dictadura del Siglo XXI que ha atentado contra todos.
Bernabé Gutiérrez
Secretario Nacional de Organización
Acción Democrática
@adbernabe