– Mi amorcitico, dijo Cilia. ¿Qué te pasa?, en 17 años, nunca te había visto trabajando. Menos hoy, que tú mismo decretaste “No laboral”….déjate de eso y vámonos pa la playa para que descanses.
No chica, lo que pasa es que el camarada Schemél de Hinterlaces me trajo los primeros resultados de las encuestas sobre la opinión de la gente sobre el viernes libre o el sábado chiquito de la revolución. Sorpréndete, en la consulta a los enchufaos “Subí 80 puntos” en la calificación positiva de mi gestión. Solo el 1% de la oposición golpista me califica como “Incapaz”.
– No le pares a eso, mi amor.
Claro que no le voy a parar. La revolución bolivariana y socialista del siglo XXI es indetenible. Por eso estoy aquí desde muy temprano, pensando….
-¿Pensando? Que bueno, tenía años que no te escuchaba decir eso, expresó muy alegre la primera combatiente.
Antes no lo hacía, porque todo lo decidía nuestro Difunto Eterno, pero ahora quien dirige el coroto soy yo. Tráeme café, para explicarte los nuevos decretos que voy a anunciarle al país para superar la crisis generada por la guerra económica que el imperialismo y la derecha golpista tienen en contra nuestra.
En primer lugar, para superar los problemas de los hospitales y ambulatorios, generados por la escasez de insumos, voy a ordenar que los mismos sean cerrados un día a la semana. Eso, nos permitirá una recuperación acelerada de las insuficiencias que hoy se presentan en ese sector. Esta medida, será acompañada por el cierre de las farmacias y así podemos recuperar progresivamente el inventario de medicinas. O sea, lo poquito que hay, durara un poquito más y damos la sensación de haber superado la escasez.
– Pero, mi amor, que dirán los pacientes y los enfermos que requieran hospitalizarse o comprar medicinas ese día.
Tranquila, todo lo tengo pensado. Para ese día de parada de hospitales y farmacias, me dirigiré al país en cadena nacional para convocarlos a una “Oración de sanación”. Con el poder de convencimiento de mi palabra, les pediré a todos los enfermos, que se pongan una mano en la parte afectada de su cuerpo y digan conmigo ¡¡¡Sana sana / culito de Chávez / si no sana hoy / sanará mañana!!!! . Para mayor impacto, haré esta alocución desde El Cuartel de la Montaña, en donde previamente Aristóbulo soltará un pajarito adiestrado para que se pare en mi hombro y simule estar hablando conmigo.
– Ni David Copperfield, pudo haberlo pensado mejor, dijo Cilia.
Con relación a la escasez de alimentos, voy a inspirarme en mis hermanos musulmanes y decretar “El Ramadán Revolucionario” No se podrá ingerir ningún tipo de alimento desde el alba hasta la puesta del sol. Iremos más allá de la fe de los creyentes de Mahoma y extenderemos nuestro culto a los 365 días del año.
Seguro estoy, que en los primeros meses de aplicación de este ayuno revolucionario, los anaqueles de los mercados volverán a llenarse. La oferta va a superar por amplio margen a la demanda. Además, esta acción política tendrá una directa repercusión en el combate a la obesidad que tanto afecta a nuestra población.
Par resolver la crisis del agua, voy a ordenarle a la camarada Jacqueline Farías, que termine de una vez el proyecto de recuperación del Río Guaire.
-¿Y eso que tiene que ver?
Es que vi la película de Mahatma Ghandi, y me vino una inspiración. Haré del Guaire nuestro Río Sagrado y mediante un decreto, voy a establecer la obligación de bañarse en él, para lograr la purificación revolucionaria y así ahorrarnos ese consumo diario del precioso líquido, que por culpa de El Niño ese que enviaron los imperialistas, hemos tenido que racionarlo.
Para evitar, que todos tengan que venir a Caracas, descentralizare la aplicación del decreto. Que cada entidad, designe un lago o un río de su región para darle cumplimiento a los baños de purificación.
– Te bañaras tú, yo ni de vaina hago eso. Menos en el Guaire… ¿te volviste loco? Y si agarro una infección, donde me la voy a curar si ordenaste el cierre de los hospitales y de las farmacias….no me jodas, le dijo Cilia y sin ocultar su arrechera le gritó # Yo te Revoco….loco del coño.