Es casi un consenso entre los 30 millones de venezolanos, que este gobierno debe ser cambiado en el menor tiempo posible. Este clamor ha sido la bandera por la cual la Unidad Democrática ha impulsado la figura del Referendo Revocatorio como vía democrática y constitucional para que el cambio sea de una manera ordenada y sin conflictos.
Lamentablemente la ambición y las ganas de aferrarse al poder ha sido la prioridad para el grupito gobernante y están utilizando todas las artimañas para no tener que enfrentar la voluntad del pueblo. Es natural que quienes se han servido del poder, se opongan a una consulta popular que saben perdida, por eso no sorprende ver las declaraciones de Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez, pero que la presidenta del CNE actué como delegada política del PSUV es algo inaceptable que atenta contra la paz en Venezuela.
Tibisay Lucena ha dejado mucho que desear en su actuación como rectora del poder electoral, su evidente parcialidad política le ha aparatado un lugar vergonzoso en la historia nacional. Con el Revocatorio la señora Lucena tenía la oportunidad de reivindicarse, en su lugar a afianzado su actuación como operadora del gobierno. Este proceder, no solo pone en peligro su prestigio, sino la estabilidad del país.
Los venezolanos estamos atravesando una verdadera crisis humanitaria, pacientes con riesgo de muerte por no encontrar sus medicinas, padres que se acuestan sin comer para que sus hijos puedan llevarse el pan a la boca, una inseguridad que cobra la vida de un ciudadano cada 19 minutos. Ante este panorama la gente está desesperada por un cambio, bloquear esta posibilidad podría tener consecuencias nefastas e imprevisibles.
La rectora Tibisay Lucena juega con fuego, el pueblo de Venezuela es noble, paciente y pacífico, pero no es tonto. Es ingenuo pensar que por medio de trampas pueden prolongar indefinidamente que ocurra lo inevitable. El cambio de gobierno es un hecho irreversible y quienes hoy ostentan el poder serán juzgados por la historia por sus decisiones, en especial las tomadas en los últimos momentos de un régimen que fenece.
Los factores de la Unidad seguiremos impulsando el único camino que nos ha dado victorias, el democrático, pacífico y electoral. El gobierno y su oficina electoral pretenden dejarnos sin opciones al bloquear este camino, pero chocarán contra la voluntad soberana que ya ha decidido el cambio.