Los retiros de silencio cada vez están más de moda, a pesar de que se cuenta que es una experiencia durísima. ¡Imagínate no hablar durante diez días! Aún más: ¡Imagínate pasar la mayor parte de ese tiempo a solas contigo mismo, meditando! No obstante, quienes lo prueban también afirman que les ha enseñado muchísimo y les ha llevado a experimentar sensaciones de plenitud inauditas; por eso enganchan tanto.
Vía Traveler.es
“La meditación Vipassana es para cualquiera que sea lo suficientemente valiente como para probarla. Es duro, pero se puede hacer. Incluso si estás aterrorizado, incluso si no tienes interés en ser un monje y no eres extremista por naturaleza, sé que sentarte en silencio durante diez días te cambiará la vida“. Quien así habla es MeiMei Fox, autora de bestsellers relacionados con la salud y el bienestar, que en esta charla de Ignite cuenta su experiencia durante lo que ella llama “el campamento de la meditación”.
La rutina que siguió consistía en levantarse a las 4:00 de la mañana, meditar hasta las 6:30, desayunar, meditar en grupo hasta las 9:00 y meditar sola hasta las 11:00. Después comer, descansar y entrevistarse con los profesores y volver a meditar sola y en grupo a las 13:00 hasta la hora del té. Más tarde, retomar la práctica (a las 18:00) y seguir hasta las 21:00, parando solo para oír la charla de los monitores. A las 21:30 se apagaban las luces.
La meditación puede ser a solas o en grupo
“El primer día casi vomito pensando en cómo iba a sobrevivir aquello“, comienza MeiMei. “Los días dos y tres no fueron mucho mejores, me sentía prisionera. Pensaba: ¡Dios mío, me he metido voluntariamente en una cárcel!” No obstante, el cuarto día algo cambió: “Sentí por fin un momento de paz cuando mi mente se calló por fin. Juro que lloré, porque creía que aquello sólo era para gurús. Ahí entendí por qué la gente se volvíaadicta a la meditación”.
Las dos jornadas que sucedieron a aquel momento de clarividencia, sin embargo, se parecieron demasiado a los anteriores, y la autora no hacía más que escuchar sus pensamientos fuera de control, que le sonaban a “disco rallado”. “Pero entonces, el octavo día, tuve una experiencia que describiré como estar en éxtasis: todo mi cuerpo estaba agitado, y sentí eso de ser una con el universo“.
Aquello hizo que toda la experiencia valiese la pena. “Me di cuenta de que esa era nuestra verdadera naturaleza: por debajo del estrés, de la ansiedad, de los enfados del día a día y de todas las cosas que intentamos ser, hacer y conseguir, hay paz, hay calma y amor“, explica la escritora.
Ese momento en el que no paras de pensar en lo mismo una y otra vez
Su experiencia se repite de igual forma en muchos otros que han probado vivir uno de estos retiros. Incluso sucedía algo parecido en la película Come, reza, ama (que no es demasiado buena, pero sí tiene una alta dosis de viajes que nos encanta). Shannon O’Donnell, la aventurera detrás del blog A little adrift, también encontró la práctica muy difícil, pero, viéndolo con perspectiva, asegura que se siente orgullosa de haberla terminado, y que le proporcionó herramientas emocionales muy útiles para superar los momentos más duros de su vida.
Pero ¿qué es exactamente la meditación Vipassana? Según Dhamma, la organización más potente del mundo en impartir su enseñaza, Vipassana significa “ver las cosas tal como son”, y es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. “Se enseñaba hace más de 2500 años como una cura universal para problemas universales, es decir, como un arte, el Arte de Vivir”.
Lo más curioso es que esta organización lleva a cabo los cursos de diez días -que incluyenalojamiento y manutención vegetariana– de forma gratuita, pues se financian a través dedonaciones de quienes ya han terminado la práctica y sienten que les ha cambiado la vida: con su aportación, pretenden ayudar a que otras personas sientan lo que ellos han sentido.
La protagonista de ‘Come, reza, ama’ comprendiendo el arte de la meditación
Asimismo, los profesores tampoco cobran: “Se les pide que tengan su propia fuente de ingresos para proteger al estudiante de cualquier forma de explotación evitar la comercialización. En esta tradición, los profesores dan la Vipassana puramente como un servicio a los demás. Todo lo que reciben es la satisfacción de ver la felicidad de las personas al final de los diez días”, explican en la web de Dhamma.
¿Te está entrando a ti también el gusanillo pero no estás seguro de ser capaz de hacerlo? Los expertos aclaran tus dudas: “Para una persona con una salud física y mental razonable,genuinamente interesada y dispuesta a realizar un sincero esfuerzo, la meditación (incluido el “noble silencio”) no es difícil. Si eres capaz de seguir con paciencia y diligencialas instrucciones, puedes tener la seguridad que obtendrás resultados tangibles. Aunque el horario del día pueda parecer un gran reto, no es ni demasiado severo ni demasiado relajado. Además, la presencia de otros estudiantes que practican concienzudamente en una atmósfera apacible y adecuada, resulta un apoyo enorme para los propios esfuerzos”,detallan.
El “noble silencio”, por cierto, hace referencia al “silencio físico, verbal y mental”, pues los asistentes aceptan abstenerse de toda comunicación verbal o no verbal con los demás meditadores. Sin embargo, sí que pueden comunicarse con los coordinadores del curso en relación a sus necesidades materiales, y también hablar con el profesor. “El silencio se observa durante la totalidad de los primeros nueve días. El décimo día se reanuda la comunicación verbal a modo de restablecerse en la vida diaria habitual. Es una transición muy importante; no se le permite a nadie irse ese día“.
El “noble silencio” cuesta, pero el esfuerzo merece la pena
Antes sí que te puedes ir, pero no es nada recomendable: “La Vipassana se enseña paso a paso, agregándose uno nuevo cada día hasta llegar al final del curso. Si te retiras antes de que finalice, no aprendes la enseñanza completa y no das oportunidad a que la técnica funcione para ti. Además, al meditar con intensidad, el participante inicia un proceso que se completa con la finalización del curso; abandonarlo prematuramente es defraudarte a ti mismo”, añaden desde Dhamma.
En España, los retiros de esta organización se imparten en infinidad de lugares -aunque también puedes elegir hacerlos en cualquier parte del mundo-, pero se llenanmuy rápidamente, así que hay que ser muy diligente a la hora de inscribirse. No obstante, también hay otros lugares que imparten programas muy parecidos, como OpenDharma,así como lugares que tienen sus propios cursos, como el Monasterio Budista de Castellón, con sus retiros de paz de fin de semana en los que se enseña la Meditación Mantrayana (a partir de 144 euros). O el de la Sociedad Española de Meditación, que incluye en su programa yoga, paseos contemplativos, Tai Chi, Mindful Movements, meditación Tratak o Body Scan de sanación, entre otras actividades (de 43 a 61 euros por día).