El Secretario General de la Unasur, Ernesto Samper, con sus declaraciones claramente injerencistas en apoyo abierto al gobierno de Dilma Rousseff y asumiendo su tesis y la de los bolivarianos del continente, desconoce abiertamente el proceso constitucional del Brasil y sostienen al igual que ellos, que es un golpe de Estado.
Por Luis Ochoa Terán
Definitivamente el Secretario General de la Unasur se ha colocado al margen o en contra de la Carta Magna que rigen los Estados de América del Sur, para solo circunscribirnos en el ámbito geográfico que nos ocupa, es decir, se ha ubicado claramente y sin envegues no solo al margen de las Constituciones Nacionales sino mucho peor, no cree que ella sea el marco normativo supremo de los estados que rige y organiza política, social y jurídicamente nuestras naciones.
Posición esta peligrosa y subversiva para un representante de un organismo regional como la Unasur, pero además, inaceptable y fuera de sus competencias que además lo dibujan de cuerpo entero como un bolivariano más, comprometido como Evo, Ortega, Maduro o Correa, partidarios todos del ideológico y destructivo autoritarismo del Socialismo del Siglo XXI, que ha terminado por subvertir el orden regional.
Samper en su incondicionalidad con el Partido de los Trabajadores no solo le ha bastado elogiarlos sino apoyar descaradamente sus argumentos sinuosos de que los 40 millones de pobres corren el riesgo de perder los beneficios, al vulgar estilo de Maduro, olvidándose Samper que han sido precisamente sus malas políticas de despilfarro, control económico y la corrupción, los que lo han devuelto a la pobreza de donde salieron, aparte de 12 millones de desempleos, una inflación que carcome el salario de los trabajadores y un 60% de la población endeudada hasta los tuétanos. Esta ha sido la verdadera causa de la crisis económica y social aderezada con una gigantesca corrupción en una sociedad que no perdona el engaño de la Presidenta en campaña, maquillando y escondiendo el torbellino de calamidades económica que se avecinaban, solo para ganar la presidencia y posteriormente implementar un programa de ajustes como el planteado por su contendor electoral, Aécio Neves al cual acusaba de neoliberal.
Esta posición de Samper en Brasil debe llamar a los venezolanos a reflexión, pues nosotros marchamos igualmente en un proceso Constitucional como lo es el Referendo Revocatorio, el cual Samper pudiera desconocer en un momento dado, sobre todo, que él ha participado sibilinamente en las conversaciones para el diálogo, a pesar, que ha dado muestras fehacientes de apoyo al inescrupuloso régimen de Nicolás Maduro, al cual en cierto modo le debe el cargo que ostenta, de allí, que asegurara recientemente que la actividad económica venezolana no está tan grave como dicen fuera del país: “Se mencionan muchas veces cosas mentirosas sobre la situación económica de Venezuela” siguiendo la misma onda de la Venezuela maravillosa de la Canciller, Delcy Rodríguez. Diríamos como el inefable Maduro, ¡este señor tienen tendencias santanderianas!.
Una realidad que alienta a los sectores democráticos del continente, es que la salida del Brasil de la órbita del Socialismo del Siglo XXI ofrece esperanzas a los demócratas del continente, sobre todo, con el lujo de Canciller, José Serra, que ha designado el Presidente, Michel Temer, donde sin lugar a dudas, su posición cambiará la correlación de fuerzas de la Unasur, Mercosur y en otros organismos regionales, ganando institucionalidad y con ella, los sistemas políticos democráticos del continente. No sería raro que los bolivarianos, ahora comiencen a cuestionar a la Unasur y al Mercosur porque ya no le serán útiles para sus tropelías.