De nuevo mendigan indígenas yukpas en San Cristóbal

De nuevo mendigan indígenas yukpas en San Cristóbal

(foto Jhovan Valdivia)
(foto Jhovan Valdivia)

Por los antiguos y atestados pasillos y estacionamientos del terminal de pasajeros Genaro Méndez de La Concordia, una familia del pueblo indígena Yukpa, vaga desde hace más de un mes, con sus manos elevadas a media asta clamando por limosnas o comida. Así lo reseña lanacionweb.com /Gabriel Vivas

Mientras los infantes, cuya edad podría calcularse entre los cinco y 13 años, corren gozosos por entre los viajeros, no solo jugando, las más adultas, pues en su mayoría son mujeres, mecen con un brazo a sus retoños, al parecer menores de dos años, y con el otro ruegan la piedad del tachirense.

Pero atravesando más allá del corazón de la urbe, en los brazos de la biblioteca “Leonardo Ruíz Pineda” se replica la escena, en la que otras personas de la misma etnia se exponen al peligro, pues cuando los semáforos cambian a rojo se sortean entre la circulación vehicular, sobre todos los más chicos, con los atavíos propios del indigente.





La historia cíclica

En el año 2015 los metropolitanos observaron la inmigración de parte de esta misma comunidad aborigen, que limosneaba en las calles de la ciudad.

El defensor del pueblo, Hugo Caro, declaró en aquella ocasión –octubre de 2015- al Diario La Nación, que “ya no habrá más indígenas Yukpa en situación de mendicidad en San Cristóbal, porque fueron trasladados a la Sierra de Perijá, donde tienen sus comunidades”; sin embargo, desde hace unas semanas han vuelto a reaparecer los errantes por las concurridas calles de la capital andina.

Igualmente advirtió que el dinero recolectado por los niños en situación de mendicidad no era para gastos de estos, sino para supuestos “líderes” adultos que, aparentemente, los derrochan en licor.

—El niño toma el dinero y de inmediato se lo da a la mujer que tiene al lado, y en la tarde ella lo entrega al líder, cuando se encuentran —enfatizó.

El artículo 100 de la Ley Orgánica de los Pueblos Indígenas reza que: “El Estado velará por la protección integral del indígena, especialmente de los niños, niñas y adolescentes, contra el fanatismo político y religioso, la explotación económica”, entre otros.

Para mejorar el contexto, el jurisprudente propuso para entonces un mayor filtro del tránsito de menores por las alcabalas, aplicando el edicto de la Ley de Protección del Niño, Niña y Adolescente, relacionado a los permisos de viajes, pues desde la ciudad de La Fría –de donde se presume pernoctan y se trasladan diariamente- hacia San Cristóbal, deben cruzar al menos dos puntos de control; además que exhortó a denunciar la situación de mendicidad ante el organismo jurídico que regenta.

Los yukpas se distribuyen por la frontera colombo-venezolana por la Sierra de Perijá. Su economía se basa en la horticultura, la caza, y siembra de caña de azúcar.

Por ello, miembros de la colectividad tachirense piden a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas su mediación para resolver la situación, y definir qué causa el desplazamiento de estos, puesto que no sólo se menoscabaría así la integridad psicológica de los niños, que no disfrutarán plenamente de su etapa infantil, sino también su futuro.