El robo de celulares va de la mano con el negocio de compra y venta ilegal. Hasta mil teléfonos se adquieren ilícitamente en los locales de reparación de un centro comercial, en la avenida La Limpia, en un año. Cuando los propietarios bloquean los aparatos, lo descuartizan y los venden por partes, las pantallas y las placas son las piezas más buscadas. Así lo reseña laverdad.com / José Antonio González
Las vitrinas muestran equipos sin caja, accesorios, papeles y sin una garantía anual, pero con un valor cercano o igual al precio en un agente autorizado. Pero ofertados bajo el mismo eslogan: “¡Como nuevos!”
Un técnico en reparación, que por seguridad omitiremos su identidad, explicó que recibe, de dudosa procedencia, entre cuatro y cinco celulares por día. “Nos limitamos a reparar, pero cuando un delincuente nos vende un celular robado, lo compramos”.
El aparato se destapa y se prueba durante minutos. Los expertos en la materia aseguran que es primordial revisar si se puede liberar, de lo contrario, chequean cada uno de sus componentes para revender sus partes.
Para los técnicos en celulares, un terminal mojado, quemado o robado, es sinónimo de negocio. Los equipos pueden tener cualquier falla: “Se buscan los que tengan la pantalla y la placa buena”, estos pueden servir de repuesto para otros equipos.
Entre técnicos se salvan. Si uno no tiene un repuesto, se pasea por los pasillos buscando la pieza en cuestión. “La idea es darle al cliente la mejor solución posible, pero si vienen a vendernos un equipo, lo revisamos y ofrecemos un precio que le sirva a él y a nosotros” para venderlo. Resalta que siempre aspiran ganarle el doble o como mínimo un 70 % más a la inversión.
Un comerciante, con mayor visita de clientes, explicó que por día puede comprar más celulares de mala procedencia, dependiendo de su capacidad económica. “Recibo hasta 10 celulares” pero hay días en los que no cuenta con suficiente efectivo y no los compra todos.
En aumento
La Policía explicó a La Verdad que actualmente creció el número de las denuncias en cualquier tipo de robo. “Anteriormente la gente no reportaba los atracos”. Hace cinco años atrás, cuando el auge de los celulares Blackberry, ningún propietario acudía a reportar el hurto o robo. “Era más fácil adquirirlo y había en el mercado”.
Para José Luis Alcalá Rhode, exdirector de la Policía municipal de Maracaibo, el crecimiento de este tipo de delitos se debe a que solo el 30 % de estos crímenes se denuncian.
“El ciudadano ya no cree en las policías, piensan que notificar una denuncia de este tipo no tendrá respuesta y que lo más viable es comprar otro equipo”.
El incremento de los asaltos en búsqueda de celulares obligó al Gobierno a decretar la Providencia Administrativa mil 869, de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, el 16 de septiembre de 2011. La medida establece el bloqueo de celulares robados en Venezuela con el fin de no ser activados en otra operadora telefónica ajena a la suya de origen.
Con el paso de los años, la medida parece desfasada. Bloquear el aparato ya no basta. Los ladrones arreciaron y tener un celular inteligente, en época de recesión y crisis, se convirtió en condena de muerte y asalto.
Delito menor
Por el robo o hurto de un teléfono celular, los delincuentes pagan condenas de hasta 12 años. La abogada Yaris Pérez explicó, a La Verdad, que estos delitos son considerados “simples”. Cuenta que dentro la ley y en un tribunal se consideran todas las agravantes del caso. Bien sea que robó bajo amenaza de muerte, un “arrebatón” o un hurto.
Los que roban con arma blanca o de fuego y atentan contra la vida de la víctima son los que más pagan. “El abogado a cargo deberá jugársela para bajar esa pena”. Asumir los hechos ante un juez sería una opción, el jurista podría bajar la pena a siete y ocho años bajo presentación. Aquellos que se aprovechan de la cosa proveniente del delito son condenados de 24 a 36 meses de prisión.
Los más codiciados
Los modelos Samsung están entre los predilectos de los delincuentes. Son los más fáciles para liberar en cuanto a reportes o bloqueos por las compañías telefónicas del país.
Un Samsung Galaxy S3 lo compra entre 70 y 75 mil bolívares robado o extraviado, le liberan el IMEI, le reparan detalles y los venden en 110 mil bolívares. Dependiendo de los detalles. Los modelos S4 los compran entre 90 y 100 mil y los venden en 150 mil bolívares, explicó un comerciante.
“Si compran un S3 y el desbloqueo se les torna imposible, tratan de vender la pantalla en 60 mil bolívares. Las pilas las venden en seis mil bolívares. El resto de los accesorios son distribuidos entre clientes que sus dispositivos ameritan reemplazos de piezas por algún fallo en su hardware”.
El iPhone, de la marca Apple, “es muy vistoso pero para estos equipos no hay solución si los bloquea la empresa fabricante”.
Pasos para bloquear un teléfono hurtado
1. El usuario deberá reportar la desaparición del celular a través de la página web de la compañía a la que esté suscrita, vía telefónica, presencial o sistema de voz interactiva. Conatel supervisa el cumplimiento de estas medidas.
Números para reportar robos:
Movistar: 811
Movilnet: 611
Digitel: 121
2. Posteriormente, el operador deberá verificar la identidad del cliente, quien tendrá que especificar todos los detalles relativos al equipo celular, incluso cómo sucedió su hurto o desaparición.
3. El empleado continuará con el bloque del código IMEI (Identificador internacional del equipo móvil).
4. Luego de 12 horas el móvil también será bloqueado en las otras dos operadoras telefónicas.
5. Las operadoras estarán obligadas a actualizar la base de datos de equipos robados, dos veces al día. Una a las 6.00 de la mañana y otra a las 2.00 de la tarde.