El Gobierno de EEUU destacó hoy que Venezuela mantuvo en 2015 un “ambiente permisivo” que favorece el apoyo a grupos terroristas y Colombia experimentó un “descenso” en la actividad terrorista, pese a que las FARC y el ELN siguen siendo las “principales” amenazas de Latinoamérica, reseñó EFE.
En el capítulo sobre Latinoamérica de su informe anual sobre terrorismo en el mundo, el Departamento de Estado sostiene que las principales amenazas para la región no provienen de grupos terroristas, sino de “organizaciones criminales trasnacionales”, ligadas en ocasiones al narcotráfico.
Según el informe, en 2015 las “principales” amenazas terroristas fueron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), porque continuaron perpetrando la mayor parte de los ataques terroristas en Latinoamérica.
Mientras, la agrupación maoísta peruana Sendero Luminoso “siguió activa, pero con fuerza reducida” y el número de miembros siguió disminuyendo en 2015 hasta limitar su área de influencia al Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), en la selva y donde se concentra casi la mitad de la cocaína producida en Perú.
El Gobierno de EEUU destaca que el grupo chií libanés Hizbulá sigue presente en la región y que más de cien individuos de Sudamérica y el Caribe han dejado sus países para luchar al lado del Estado Islámico (EI), grupo que usa Latinoamérica como “área de apoyo financiero y moral”.
Para EEUU, la zona de la Triple Frontera, que conecta Argentina, Paraguay y Brasil, continuó siendo el año pasado un “importante nexo regional” de armas, drogas, tráfico de personas y lavado de dinero.
En el análisis específico sobre Venezuela, EEUU asegura que continúa sin cooperar “completamente” con los esfuerzos antiterroristas de Washington y que el Gobierno de ese país no ha tomado medidas contra altos funcionarios designados como cabecillas del narcotráfico por el Departamento del Tesoro.