El régimen, con los CLAP, hace el intento de sacar un nuevo conejo del sombrero como lo hacía el sabanetero, pero ello no es sino una torpeza más, un amago por tapar el sol con un dedo. Además efectúa maniobras de arrebato para mostrar una fuerza que realmente no tiene, porque si es cierto que los policías y guardias nacionales, siguen sus instrucciones y reprimen, no es menos cierto que no van a cometer un genocidio para mantener a Maduro en el poder; además, padecen la escasez y la inflación junto con sus familias y amigos, luego entienden también que hay que salir de este pésimo gobierno. Este es un régimen desorganizado y torpe, que nunca ha tenido eficiencia en ningún aspecto de la gobernabilidad nacional, de manera que si no tuvo orden y cohesión en la bonanza, menos la va tener ahora en la crisis, cuando en sus filas cunde la entropía y el pánico.
Las bolsas de comida que reparte el régimen, según me comentan vecinos de la “La Bombilla” en Petare, contienen: dos paquetes de harina Pan, dos paquetes de arroz, una botella de aceite, un envase de mantequilla, un paquete de pasta, un kilo de azúcar, medio kilo de café y un kilo de pollo, todo ello por Bs. 1.100. El tema es que hace dos meses que no han vuelto a repartir, y los sectores aledaños que quedaron por fuera, para los cuales no alcanzó el reparto, no han visto que les toque a ellos el turno, porque los CLAP no han regresado al barrio. El contenido de la bolsa pudiera alcanzar para una semana, si el ama de casa hace magia para alimentar a cuatro personas, pero si el reparto es cada dos meses, no hay cuerpo que aguante el hambre. Ese es el escenario en el que se mueve Venezuela en este momento.
Videos noticiosos grabados por corresponsales que han enviado cadenas televisivas europeas como Antena TV de España, DW de la televisión alemana o de Euronews de la televisión europea, muestran a venezolanos escarbando entre la basura que se bota en los mercados, en busca de sobras con que alimentarse. Ahora, no se trata de mendigos o de personas de la tercera edad, solamente, no, también hay jóvenes estudiantes buscando algo con que matar el hambre. Cuando en una sociedad estos eventos ocurren, significa que se ha llegado al fondo de la crisis y que ello no puede tener otra salida sino la del desalojo del gobierno.
Miguel Méndez Rodulfo
Caracas, 10 de junio de 2016