Los venezolanos vivimos una crisis de dimensiones inmensurables que se agrava ante la mirada impasible de un gobierno que actúa como un androide al que no le importa en lo más mínimo el padecimiento de los ciudadanos.
Vivimos en una situación extrema que se agrava día a día. Somos víctimas de un hampa inclemente que según el Observatorio Venezolano de la Violencia cobro la vida de 27.875 en el año 2015, es decir la escandalosa tasa de cerca de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes colocando a Venezuela como uno de los países más peligrosos del mundo y después de 26 planes de seguridad fallidos pareciera no preocuparle al Gobierno, ya que el tema ni fue objeto de discusión en la última memoria y cuenta del Presidente Maduro.
La escasez de alimentos básicos según la firma Datanalisis, ya alcanza el 61% y según voceros de la industria farmacéutica la escasez de medicamentos raya en el 80%, en otras palabras no hay que comer ni con que curarse.
Esto me hace concluir que estamos ante un gobierno sin sentimientos, absolutamente robotizado que sólo pone en marcha sus circuitos y únicamente mueve sus engranajes con el único fin perverso de mantenerse atornillado en el poder por el poder mismo.
Esta irracionalidad por eternizarse en el poder, le impide a quienes hoy nos gobiernan, un alto a esta hecatombe social, política y económica que sufren hoy los ciudadanos. El gobierno no da ninguna muestra de interés en sentarse a dialogar con todos los sectores del país sin más condición que el compromiso de sumar esfuerzos por salvar a la nación y enrumbarla por el camino del progreso y la prosperidad para todos.
Pero que puede esperarse de un gobierno que es testigo de la agresión física de unos diputados por parte de un grupo de facisnerosos que dicen ser sus partidarios y que ejercen la violencia discrecional. selectiva e impune contra unos parlamentarios electos por el soberano por hacer su trabajo, reclamar pacíficamente el derecho de sus representados.
Que puede esperar el ciudadano de a pie de un gobierno al que no le importa su sufrimiento.
Diputado Freddy Paz
@freddyspaz