El azúcar en forma de glucosa en la sangre proporciona la energía esencial para las células, de forma que cuando su habitual fuente dietética -los hidratos de carbono– es escasa, el hígado puede producirlo con la ayuda de la grasa, reseña infosalus.com
Pero una nueva investigación de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, se suma a la evidencia de que otros tejidos pueden intervenir para generar glucosa cuando se deteriora la capacidad del hígado y que la descomposición de las grasas en el hígado es esencial para protegerlo de un ataque letal de grasa.
Los nuevos resultados de la investigación realizada a partir de estudios en ratones, que se detallan en un artículo publicado en la edición digital de este jueves de la revista ‘Cell Reports’, podría ayudar a los investigadores a entender mejor una clase creciente de enfermedades metabólicas, a menudo mortales, que afectan a la forma en que el cuerpo procesa los nutrientes, dicen los autores.
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