A diez meses del cierre, a juicio de la presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, Isabel Castillo, más allá de las implicaciones económicas que dicha medida ha tenido, “la razón prioritaria para reabrir la frontera colombo-venezolana es la compra de comida y medicinas que no se consiguen en el país”, publica La Nación.
Afirmó que más que económica, Venezuela está viviendo “una crisis humanitaria” por falta de alimentos, medicinas y tratamientos especializados que están agotados en el país; y que al reabrir los puentes internacionales, la población venezolana los puede encontrar al otro lado de la frontera.
“En este momento lo prioritario es que la población pueda satisfacer las necesidades y la emergencia que hay. Necesitamos productos que Colombia tiene. Lo más importante y prioritario son los medicamentos, que podemos encontrar apenas al cruzar el puente internacional, pero que lamentablemente muchas personas han fallecido por no encontrar esos medicamentos en Venezuela. Por eso es prioritario abrir la frontera”, reafirmó.
Al hacer la evaluación de los diez meses del bloqueo del paso binacional, Castillo señaló que ahora hay más desabastecimiento de alimentos y de medicamentos que antes del cierre, las colas de gente en los supermercados incrementaron; más de 85 por ciento del comercio del área limítrofe está cerrado, 90 por ciento de la industria está paralizada, el transporte de carga internacional está inactivo al cien por ciento.
Aumenta el desempleo
La inactividad en los diferentes renglones productivos de la región ha incrementado el índice de desempleo: “Si hace algunos meses hablamos de 60 por ciento de desempleo, ya podemos estar hablando de 80 por ciento, porque los empresarios y trabajadores que estaban esperando que se abriera la frontera, ya se están instalando en el Norte de Santander y en otras regiones de Colombia”.
La presidenta del gremio empresarial refirió que algunas empresas que estaban instaladas en el eje San Antonio-Ureña, ya se constituyeron en el lado colombiano y en el territorio venezolano sólo dejaron el punto de venta de artículos de marroquinería, calzado, textil, entre otros.
No obstante, señaló que en la frontera venezolana aún hay empresarios que están apostando al progreso de la región. Lamentablemente, han elevado la voz de protesta a nivel regional y nacional de esta difícil situación que están viviendo, pero las instancias gubernamentales no han dado respuestas concretas: “Han prometido que vamos a tener acceso a las materias primas, insumos, incluso se está hablando de exportación, sin embargo en este tema no se está favoreciendo a la mayoría de industriales, apenas son dos o tres empresas las que han iniciado la exportación. Rubros banderas de la zona como el textil y la marroquinería no tienen mayor participación”.
Además, dijo, el transporte de carga internacional ve con malos ojos que esas pocas exportaciones que van para Colombia no se hagan por San Antonio o Ureña, sino por el Lago de Maracaibo, lo cual no genera mayor empleo para los auxiliares aduaneros del área fronteriza del estado Táchira.
-Aunque ya lo hemos hecho ante diferentes instancias de Gobierno –reiteró-, solicitamos formalmente la reapertura de los puentes internacionales de San Antonio y Ureña. Con los puentes abiertos el Gobierno puede seguir trabajando para atender la problemática de inseguridad, que es complicada y que fue lo que argumentó el Gobierno para cerrar la frontera.
Igualmente, Venezuela puede seguir trabajando en propuestas para dar el verdadero valor al bolívar, incentivar la producción y las exportaciones, reactivar los acuerdos comerciales con Colombia, los convenios educativos, culturales, deportivos y en materia de salud.
José G. Hernández