Hay costos que son imposibles de asumir. En los bancos del país eso lo saben. Ahí hay expertos en números, que suman y multiplican y no consiguen la manera de seguir manteniendo cajeros automáticos en un trabajo a pérdida. Por eso es que en clubes, universidades, calles y avenidas, incluso en centros comerciales, hay cada vez menos dispositivos tras un intenso trabajo, aún en marcha, de retiro de la mayor cantidad de estos aparatos en todo el país, publica El Carabobeño.
Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
La cifra exacta se desconoce, “pero es una cantidad significativa”, aseguró Vicente Lozano, director para la región central de BOD. Cada institución determinó cuáles y cuántos cajeros eliminar, y así se está haciendo.
La idea es sacrificar los dispositivos ubicados en lugares con poco tránsito de personas y en los que hay severas restricciones de horarios como en las instituciones educativas y algunos centros comerciales.
Son varias las causas de esta decisión. La primera tiene que ver con la cantidad de billetes que hay que reponer constantemente. “Antes era normal que se sacara 500, o 1000 bolívares, ahora en promedio se sustrae seis mil en cada operación y eso es equivalente a 600 billetes de 100 bolívares, y ese trabajo nos ocasiona un gasto terrible”, dijo.
Para tener en mano el monto diario de la canasta familiar en Venezuela que es de 10 mil 120 bolívares, calculado sobre la base de 303 mil 615 bolívares al mes del Centro de Documentación (Cendas-FVM), se necesitan 101 billetes de la más alta denominación en circulación y 202 unidades de 50 bolívares cada uno. Otro inconveniente es que los cajeros que no presentan afiliación con el cuentahabiente dispensan solo 600 bolívares hasta en tres oportunidades, y aquellos asociados a la entidad del cliente dan hasta seis mil, no están en capacidad tecnológica de más.
Lo usual era que el servicio de transporte de valores realizara un viaje al día por cada cajero automático, ahora debe hacer hasta cinco y los bancos pagan desde hace un año 400% por ese servicio, a lo que se suma el costo de la póliza de seguro que cada vez aumenta porque el dinero que se maneja es mayor.
Lozano resaltó que ese problema genera otro de tipo mecánico. “Los sensores contadores de los billetes se dañan con frecuencia y los repuestos son importados”. La petición del sector se apega a la de la Asociación Bancaria de Venezuela sobre la emisión desde el Banco Central de Venezuela (BCV) de billetes de mayor denominación, “pero se niegan bajo la tontería política que eso confesaría índices inflacionarios”.
Hacer las reparaciones supone enfrentarse a la devaluación monetaria en el país del esquema Simadi de más de seis mil 500%, por lo que la banca ha tenido que redimensionar sus esquemas de asistencia al público y el negocio de los avances de efectivo en los comercios formales ha sustituido en buena medida la comercialización de bienes y servicios, por la práctica de cobrar una comisión frente a la necesidad de encontrar efectivo. Se conoció que actualmente el 60% de la infraestructura de los cajeros automáticos está inoperativa.