El Gobierno de Brasil avisó hoy que derribará cualquier avión no identificado que viole el perímetro de espacio aéreo protegido alrededor de las instalaciones de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del próximo agosto.
EFE
“No estamos jugando”, afirmó el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, al presentar el plan de seguridad de los Juegos Olímpicos en una rueda de prensa en Río de Janeiro.
El plan de seguridad, presentado hoy, contempla el uso de 41.000 militares durante los Juegos, 21.000 de ellos en Río de Janeiro y el resto en las otras cinco sedes en que se realizarán partidos de fútbol, además de las fronteras y otros puntos.
A pedido del Gobierno regional de Río de Janeiro se decidió aumentar el contingente en 4.000 militares con respecto a los cálculos iniciales, que contemplaban el uso de 38.000 hombres.
Las Fuerzas Armadas desplegarán doce barcos y otras 48 embarcaciones de menor tamaño, 70 carros blindados, que se usarán en las calles, además de 28 helicópteros, 1.169 vehículos y 174 motocicletas.
Los militares realizarán tareas de patrulla en las principales carreteras y avenidas de Río de Janeiro, además de en el aeropuerto, las estaciones de tren y autobús y los alrededores de las zonas de competición.
La vigilancia de los lugares turísticos, como las playas de Copacabana e Ipanema, y otras zonas de la ciudad correrá a cargo de la Policía Militarizada de Río de Janeiro.
El acceso a los estadios y las instalaciones olímpicas será regulado por la Fuerza Nacional de Seguridad, un cuerpo de elite que depende del Ministerio de Justicia y que está integrado por policías de todo el país.
Este martes el Gobierno también anunció que se realizará un refuerzo en la seguridad en los aeropuertos, atendiendo a una petición que partió de las compañías aéreas.