La designación del General Padrino López como una suerte de vicepresidente colateral, según lo indica nuestra fuente dentro de la FANB, es el inicio definitivo de la etapa de transición que se definió en el Alto Mando Militar, para llevarnos a una elección presidencial en los próximos meses. Nicolás Maduro y sus seguidores en el PSUV han entendido la realidad y de allí que su renuncia podría darse en cualquier momento, no por otra cosa que para salvar lo que queda del chavismo y reorganizarse, para así participar en la vida política como oposición y una opción de poder en el futuro, una situación quizás similar en alguna medida a la que se planteó en Nicaragua cuando el sandinismo se agotó y dio el paso a Violeta Chamorro, aunque las situaciones son muy distintas y por muchas razones.
A la crisis debe sumarse la situación personal de Maduro, Cilia Flores, Diosdado Cabello y de sus más cercanos colaboradores, entre ellos el general Néstor Reverol, en cuanto a crímenes internacionales, apoyo al terrorismo y en relación con actividades vinculadas al narcotráfico.
La salida de Maduro está siendo objeto, a un altísimo nivel, de una negociación nada fácil. Unos y otros, civiles y militares tratan de salvarse ante procesos que se iniciarían dentro y fuera en su contra y por varios delitos.
La oposición, centrada en este momento en Henry Ramos Allup como representante alterno de la MUD, está actuando con paciencia, con sabiduría.
Todos entendemos que la transición, reconciliación y paz exigen madurez política, concesiones, pero en todos los casos – y eso es fundamental -, la dirigencia opositora debe entender que su liderazgo no es ajeno a la realidad; es decir, debe responder a las exigencias de esa enorme sociedad civil que como nunca antes ha participado y participa en la vida política nacional y que reclama un cambio de sistema y de gobierno. La sabiduría de nuestro liderazgo está precisamente allí, no en oírse y aplaudirse entre ellos mismos, sino en oír, atender y actuar de la mano con el pueblo venezolano, todo ello si realmente se quiere que el cambio nos conduzca a la estabilidad, en paz y en favor del progreso.
Robert Carmona-Borjas @CarmonaBorjas
(*) Robert Carmona-Borjas, Escritor y Abogado Venezolano, Experto en Asuntos Militares y Seguridad y Defensa Continental. En el exilio desde el año 2002. Reside en la ciudad de Washington, DC. Vicepresidente Ejecutivo de la Organización No Gubernamental,Fundación Arcadia. Autor de varios libros, entre ellos: “Cuba, Asedios, Utopías y Otros Bloqueos” y “Más Allá de la Génesis del 11 de Abril”