Si José Gregorio Vielma Mora, tuviera un poquito de dignidad, estaría renunciando hoy mismo a la Gobernación del estado Táchira. Vielma se ha convertido en el hazmerreir de Venezuela y Colombia. Su torpe gestión al frente de ese despacho, y lo que es peor, su corrupto manejo de la cosa pública, son razones suficientes para dimitir a tan alta investidura.
El “super gerente” del Seniat, que prometió convertir al Táchira en una “potencia” no ha dado pie con bola. Vielma ha convertido a la región tachirense en una tierra de nadie, en un desierto donde impera la inseguridad, el crimen, el desempleo y el contrabando. Su más reciente puesta en escena, ha sido la gran cómica que ha puesto el mandatario en los últimos diez días en la frontera con Colombia.
El fin de semana que acaba de concluir, se produjo en la frontera del Táchira con el Departamento Norte de Santander un hecho histórico: 150 mil personas cruzaron los puentes internacionales para buscar alimentos, producto de aseo personal y medicinas. Los ojos del mundo se posaron durante 24 horas sobre los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander para ver la más contundente demostración del fracaso que ha significado el pésimo gobierno de Nicolás Maduro Moros al frente de la Presidencia de la República y de Vielma Mora en la gobernación tachirense.
Maduro y Vielma Mora deben haberse levantado con mucha jaqueca este lunes. Las imágenes que se transmitieron al mundo entero ayer domingo 17 de julio, desde los puentes Simón Bolívar (San Antonio) y Francisco de Paula Santander (Ureña) mostraron el verdadero rostro de la crisis humanitaria y la hambruna que se vive en el país. En tan solo 4 días (5, 10, 16 y 17 de julio) 170 mil venezolanos cruzaron la línea fronteriza para buscar productos que desde hace casi un año no se consiguen en territorio venezolano.
De acuerdo con el informe elaborado por las autoridades colombianas, el 5 de julio cruzaron 1.000 mujeres. El 10 de julio lo hicieron 35.000 personas. El 16 de julio fueron 44 mil. Y ayer domingo 17 de julio, pasaron 88.684 personas. Para que se tenga una idea de la movilización que se efectuó en la zona fronteriza, basta realizar una simple operación matemática: los puentes estuvieron abiertos tan sólo 12 horas cada día. Eso significa que en las 48 horas que se abrió el paso (12 horas por 4 días) cruzaron un promedio de 3.541 personas por hora. Eso equivale a 59 personas por minuto. Una persona cada segundo.
Vielma Mora, a quien los habitantes de la región han bautizado como “El carnicero del Táchira” motivado a las muertes de manifestantes, estudiantes y personas inocentes que se han producido durante su gobierno a manos de funcionarios de organismos de seguridad, intentó desde un primer momento de descalificar a las personas que cruzaron la frontera para ir a buscar comida. “Tenemos identificadas a las damas que estaban en la actividad PLANIFICADA en la frontera el 5 de julio, LA MAYORÍA SON BACHAQUERAS”, dijo Vielma el 8 de julio.
Tratando de restar importancia a la valiente y aguerrida acción protagonizada por poco más de mil mujeres que cruzaron el puente Francisco de Paula Santander en Ureña, el pasado 5 de julio, Vielma Mora escribió en su cuenta de twitter: “Situación presentada el 5 de Julio en frontera FUE UNA ACTIVIDAD PROGRAMADA. Actores de la oposición financiaron está acción que fue inducida”.
Vielma Mora quedó tan trastocado, al ver cómo un grupo de mujeres había logrado burlar el cerco de la Guardia Nacional en el puente Francisco de Paula Santander, que lo único que pudo inventar fue que la situación presentada en la zona limítrofe “obedeció a un plan orquestado y financiado por varios partidos de la oposición venezolana quienes intentan generar el caos en el país”.
Nicolás Maduro, quien conoce mejor que nadie la frontera, porque vivió en Cúcuta algunos años, según lo han testimoniado algunos vecinos del barrio Carora, llamó por teléfono a Vielma Mora para pedir explicación por lo que había ocurrido el 5 de julio en la frontera y al capitán solo se le ocurrió decir que “Los partidos Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Copei planificaron el paso de las mujeres en frontera para generar caos”.
Vielma Mora, a quien jamás habría que dar la responsabilidad de defender la bandera venezolana frente a un conflicto bélico porque con toda seguridad se perdería la guerra, afirmó, luego de la movilización de 35 mil personas hacia Colombia, el pasado 10 de julio, que “los venezolanos regresaron sin nada por los altos costos (…) el paso de venezolanos a Colombia de este domingo (10 de julio) para comprar alimentos no tendrá repeticiones (…) decidimos abrir los puentes para evitar un show ante la aglomeración de centenares de personas, pero eso no se va a repetir”.
Pero como la movilización del domingo 10 fue exitosa, la gente comenzó a organizarse para volver a cruzar los puentes el domingo 17 de julio. A través de las redes sociales se hicieron convocatorias de todo tipo y se organizaron movilizaciones desde diferentes estados del país. Habitantes de otras regiones que también querían comprar alimentos y medicinas, se organizaron para viajar en autobús hasta la zona fronteriza. He allí un elemento importante: las movilizaciones no han sido programadas ni patrocinadas por la MUD ni por ningún partido político. Es la gente, empoderándose, organizándose, imponiéndose.
El viernes 15 de julio, Vielma Mora y el PSUV organizaron una “movilización espontánea” de militantes y simpatizantes de la revolución hacia la frontera. El propósito era claro: los revolucionarios pasarían al otro lado de la línea fronteriza para luego regresar diciendo que estaban “defraudados” por los “altos precios” que tenían los productos en territorio colombiano. Vielma Mora y sus “asesores” creyeron que si algunas personas aparecían en las pantallas del canal 8 y otros medios oficialistas hablando mal de Cúcuta, de los colombianos y de los precios altos de algunos productos de la canasta básica, eso desmotivaría a muchas personas y las haría cambiar de opinión para no cruzar la frontera al día siguiente.
El tiro les salió por la culata. Vielma Mora, quien parece creer que los venezolanos nacimos por la manga de la camisa, declaró a los periodistas del canal 8 que la movilización del día sábado 16 había sido “totalmente espontánea”. “Desde las 6:00 am se acercó un grupo de gente a la frontera. Fui notificado de la situación e inmediatamente me comuniqué telefónicamente con las autoridades superiores para que autorizaran el paso”.
El capitán intentó desestimar la movilización que se daría al día siguiente (domingo 17 de julio) diciendo que “Mañana lo más seguro es que habrá una aglomeración muy bien publicitada por la prensa y el sector de la derecha venezolana, que ofrecen paquetes turísticos desde el interior del país hacia Cúcuta”.
Pero al ver que nadie le hizo caso y que, muy por el contrario, la movilización de ayer domingo 17 de julio superó todas las expectativas (88.684 personas) Vielma Mora empezó a respirar por la herida: “No es cierto que ir a comprar a Colombia es mucho más barato que hacerlo en Venezuela. Los venezolanos que este fin de semana cruzan la frontera regresan con pocos productos. Lo más comprado es el papel higiénico, cuyo precio en la presentación de 24 rollos es de 18.000 pesos, que significan 7.200 bolívares”.
Vielma Mora no quiere admitir que 170 mil personas cruzaron los puentes fronterizos en 48 horas a comprar alimentos que la revolución no puede ofrecer. El mandatario prefiere hablar de otra cosa: “Nos llama poderosamente la atención que vienen con pocas bolsas de comida, y más bien con otro tipo de artículos, sobre todo de higiene personal”
El Capitán Vielma Mora tiene la brújula perdida. Para él la gente que cruzó los puentes no fue a buscar comida y medicinas, sino a hacer turismo: “los desplazamientos masivos obedecen particularmente a especies de tours organizados con fines turísticos o de visita familiares. Tenemos conocimiento que vienen de Yaracuy, Lara, Mérida, Barinas, Zulia, Portuguesa y Carabobo en autobuses fletados que llegan directamente a San Antonio del Táchira a dejar pasajeros”.
Alguien debe decir a Vielma Mora que lo mejor que puede hacer es renunciar a su cargo. Si en lugar de dimitir, prefiere esperar las elecciones regionales para que sea el pueblo quien lo saque con votos, entonces habría que preguntarle ¿Por qué no te callas?. El capitán lo único que ha hecho es terminar de hundir el barco. Si Vielma estuviera realmente preocupado por el futuro de los tachirenses admitiría que fue un grave error haber cerrado la frontera con Colombia y abriría los puentes fronterizos todos los días de la semana, las 24 horas del día, los 365 días del año. Mentir no te salvará del juicio que te tiene preparado la historia, Carnicero del Táchira.
- 18 de julio de 2016
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