Camisetas con Hillary Clinton entre rejas y chapas con el famoso muro de Donald Trump son dos de los recuerdos más vendidos en la Convención Republicana de Cleveland (Ohio), una pasarela de personajes e imágenes de lo más curioso.
EFE
Los 50.000 invitados del cónclave pueden volver el viernes a casa con recuerdos oficiales, los que se venden dentro del recinto del evento, o con los “souvenirs” más gamberros que se venden en improvisados puestos callejeros por el centro de la ciudad.
En los pasillos del pabellón Quicken Loans, templo de LeBron James y sus Cavaliers, están las tiendas de la campaña, con camisetas, gorras, tazas, chapas y pegatinas de Donald Trump y su “Make America Great Again” (“Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”, su lema).
De la fórmula electoral al completo, con el candidato a vicepresidente Mike Pence, solo hay un modelo de camiseta, quizás porque el magnate no anunció que el gobernador de Indiana sería su compañero hasta el pasado viernes.
En la “Freedom Plaza” (“Plaza de la libertad”), el espacio abierto de recreo junto al pabellón, los puestos son más diversos y los productos más creativos, pero todos tienen una cosa en común: están fabricados en Estados Unidos.
A Anne Mulholland, dueña de una tienda de regalos en Cleveland, la sorprendió un día la visita de una persona del Comité Nacional Republicano (RNC, ejecutiva del partido), a la que le encantaron sus productos y que le propuso diseñar recuerdos para la convención.
“Todo aquí es oficial, yo tuve que firmar para poder usar el logotipo de la convención. Lo que se vende en las calles no tiene nada que ver con esto”, explicó junto a la amplia variedad de productos a los que ha estampado la imagen del cónclave.
El logotipo de la convención, diseñado por un artista local, tiene el elefante rojo, símbolo republicano, subido en el mástil de una guitarra, en honor del Salón de la Fama del Rock and Roll de Cleveland, la atracción más visitada de la ciudad.
En el coqueto puesto de Mulholland el producto estrella es el “abridor de bebidas de la libertad”, de 18,5 dólares y empaquetado en una bonita caja que reza: “Es un creador de trabajo, cada vez que usas este abridor estás apoyando el pequeño comercio nacional”.
Proteger y potenciar la producción en el país, frente a la tendencia a hacerlo en el extranjero buscando costes menores, es uno de los mantras de la campaña de Donald Trump, que promete poner siempre a “Estados Unidos primero”.
“Antes el mayor fabricante de joyas estaba en Rhode Island (noreste de EE.UU.) y ahora está en Hong Kong, ¡venga ya!. Por eso tenemos que votar a Trump, para recuperar nuestro país. Si eres ciudadano estadounidense y no lo votas es que estás loco”, comenta a Efe Nancy Basch, que se dedica a fabricar joyería desde hace 25 años.
“Todo esto que ves aquí lo he tenido que hacer yo misma para la convención. Porque ya no queda gente que fabrique joyas en Estados Unidos, no podía fiarme de nadie”, aseguró, mientras mostraba sus elegantes collares y broches con el logotipo del cónclave.
Como ella, las chicas de la organización “Future female leaders” solicitaron participar con sus productos en la convención cuando se abrió el concurso del RNC, y resultaron elegidas.
El puesto de esta organización, que se dedica a convencer a las jóvenes de que pueden y deben estar orgullosas de ser republicanas, tiene los productos más modernos, como unas estilosas falditas rojas con elefantes blancos o unas fundas de Iphone en tonos veraniegos.
El producto más vendido es una camiseta que dice “No hay fiesta como el Gran Partido Viejo” (“Ain’t no party like the Grand Old Party”, el partido republicano) y tiene estampados a los expresidentes conservadores Abraham Lincoln, Ulysses Grant, Ronald Reagan, George W. Bush y Richard Nixon con gorritos en forma de cono y los típicos vasos rojos de plástico de las fiestas estadounidenses.
Otro de sus objetos más curiosos es una versión de la popular funda para mantener la lata de cerveza fría con el lema: “Yo solo salgo con chicos que salen de fiesta como George W. Bush, se visten como John F. Kennedy y piensan como Ronald Reagan”.
Entre sus pegatinas y chapas, todas en tonos rosados y con lacitos femeninos, llama la atención el mensaje “Girls just wanna have guns” (“Las chicas solo quieren tener armas), que parafrasea el título de la popular canción de Cyndi Lauper “Girls just wanna have fun” (“Las chicas solo quieren divertirse”).
Los mensajes de esta tienda femenina y joven muestran que el Partido Republicano alcanza a un espectro de personas que van más allá de su clásica imagen de partido del hombre blanco, rico y viejo.