La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) exigió a la banca nacional la transmisión diaria de los saldos, por tipo de instrumentos (cuentas de ahorros, cuentas corrientes y certificados a plazos, entre otros), de sus clientes, a partir del 1 de agosto próximo.
Esa información debe ir acompañada por los nombres de los titulares, sus cédulas de identidad y direcciones.
Según Sudeban, el objetivo del suministro de la data es “reportar la información” a la cual el Fondo de Protección Social de los depósitos Bancarios (Fogade) “tendría acceso, única y exclusivamente cuando se determine una medida de intervención con cese de intermediación financiera o de liquidación administrativa y cumplir con lo previsto en el marco legal en materia de pagos de garantías de depositantes”.
La normativa que sustenta este requerimiento señala que “la información recibida reposará en formato encriptado” y que “sólo Fogade será el autorizado para manipular la data recibida”.
La Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) pidió la reconsideración de la medida, pero la Sudeban, la ratificó.
La posibilidad de que se materialice esta exigencia tiene preocupado al sector bancario dado que se involucran aspectos de seguridad personal en momentos en que es información de alta utilidad para secuestradores y el crimen organizado.
Además, la medida viola el principio de privacidad consagrado en el artículo 60 de la Constitución Nacional como un derecho civil de todo ciudadano así como la norma que establece el sigilo bancario, previsto en la legislación financiera, que únicamente permite divulgar esa información cuando una persona está siendo investigada por los órganos bancarios.
También existe preocupación por el impacto que esta medida puede tener en la ciudadanía dado que se presta especular sobre posibilidades de aplicar restricciones a determinadas operaciones y transacciones comerciales o financieras, en el contexto de la prórroga 60 días de la Emergencia Económica, solicitada el pasado 12 de julio por el presidente Nicolás Maduro.