Existen ciertas circunstancias en las que se suelen cometer excesos a la hora de comer o beber. El cuerpo necesita todos los nutrientes y variar la alimentación para poder llevar adelante cualquier plan. Pero especialmente, se necesita apuntar al cuidado del hígado con comidas livianas y de fácil digestión, además de cuidar la hidratación para sobrellevar los efectos secundarios a los excesos de alcohol .
Aquí le ofrecemos un plan modelo, pero es importante recordar que este debe estar adaptado a estilo de vida, edad, sexo y situación vital:
Desayuno: té o infusiones de hierbas aromáticas, frutas ricas en agua (melón, sandía, ananá, cítricos, frutillas, etc.).
Media mañana: yogurt descremado con frutas, cereales o granola con pasas de uva.
Almuerzo: verduras crudas, al vapor o hervidas con aceite de oliva y muy poca sal. Acompañar con pescado a la plancha o ½ lata de atún al natural.
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