Natalia Reynoso afirma que “vivir tranquila y feliz” es su gran secreto, mientras festeja su cumpleaños número 116, lo que la convierte en la argentina más longeva y la convierte en una de las mujeres más ancianas del mundo. AFP
‘Chiquita’, como la apodan, fue domadora de caballos y trabajadora del campo, aunque hoy, 116 inviernos después, apenas pronuncia palabras y ni siquiera puede levantarse de la silla, según el diario Clarín.
La mujer, que vive en la ciudad de Gualeguaychú, 260 kilómetros al norte de Buenos Aires, nació el 27 de julio de 1900 en la localidad de Médanos, cerca de la zona donde reside en la actualidad.
Afirma que quiere vivir hasta los 120 años porque su madre llegó a esa edad, a la vez que cuenta que su padre vivió hasta los 102.
La anciana afirma que su secreto es vivir feliz y tranquila y asegura: “No tengo a nadie que me caliente la cabeza (poner nerviosa)”, dice.
Natalia es sólo ocho meses más joven que Emma Morano, la italiana que tiene el título de ser la más anciana del mundo, y que es la única persona viva desde el siglo XIX, ya que nació el 29 de noviembre de 1899, según el estadounidense Gerontology Research Group (Grupo de Investigación Gerontológica).