La realización de las medallas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016 es una mezcla de arte y ciencia.
Por El Mundo (España)
Un equipo de unas 100 personas, entre escultores y operadores de máquinas, han estado trabajando en secreto dentro de la Casa de la Moneda de Brasil para producir más de 5.000 medallas antes de los Juegos, que empiezan este 5 de agosto en Río de Janeiro. Lo que no es ningún secreto es la composición de los famosos metales que se colgarán del cuello los vencedores de cada disciplina.
Empecemos por la medalla más aclamada, la de oro. Sin duda alguna, la medalla de oro es la que tiene la composición de metales más curiosa, ya que tiene en su composición los tres metales que se entregan en las Olimpiadas (oro, plata y bronce). Pese a que se la denomina medalla de oro, solamente tiene un 1,34% de oro y un 92,5% de plata; el resto es cobre, estaño y zinc. Las medallas pesan medio kilo. En gramos se traduce a unas cifras de 494 gramos de plata y 6 gramos de oro aproximadamente. Las medallas de oro se dan básicamente el llamado el “baño de oro.”
El oro y la plata fundidos de una medalla de oro tiene un valor de 587 dólares en los precios actuales del mercado. La última vez que se hicieron medallas olímpicas de oro puro fue durante los Juegos Olímpicos de 1912 en Estocolmo, Suecia. Desde entonces, se ha ido modificando la aleación de los metales.
Así mismo la medalla de plata es la única que está compuesta en su mayor parte por lo que su nombre indica: consta de un 92,5% de plata y 7,5% de cobre. La plata es un metal blando que tiene que ir mezclada con un material más duro para que pueda darse una pieza sólida. No obstante, ese 7,5% podría ser otro material mejor valorado, como el bronce (mezcla de cobre y estaño).
Finalmente, la medalla de bronce. Esta se compone de un 97% de cobre, un 2,5% de zinc y un 0,5% de estaño. El cobre empleado es el mismo que se utiliza en la Casa de la Moneda de Brasil para producir los reales metálicos.
Y mientras los atletas ganarán las medallas, los creadores de las medallas sienten una conexión similar con sus obras maestras. “Al verlos en el podio, sabré que hice esa medalla”, dijo Nelson Carneiro Neto, el escultor que hizo el molde para las medallas de 2016. “Me voy a sentir como si yo mismo estuviera recibiendo una medalla”.
Carneiro hizo muchas monedas durante su mandato de 41 años en la Casa de la Moneda de Brasil, pero dijo que la escultura de las medallas olímpicas es uno de los proyectos más interesantes que ha realizado.
Aunque el molde se puede hacer con un programa informático, Carneiro trabajó a mano durante dos semanas con herramientas de precisión que, según él, le dio más control sobre el diseño.
Una vez que el molde esculpido a mano se escanea en un ordenador, una máquina controlada informáticamente graba el molde metálico. A continuación, el molde se pone bajo un microscopio para el control de calidad antes de dirigirse a la fábrica. Luego, los trabajadores de la fábrica usan una máquina de prensa para crear los codiciados símbolos de la victoria.