Alemania está rechazando cada vez a más peticionarios de asilo en su misma frontera, informó el Ministerio de Interior ante una reciente interpelación parlamentaria que difunde hoy el diario “Neue Osnabrücker Zeitung”. EFE
Entre enero y julio fueron rechazadas las peticiones de 13.324 solicitantes de asilo, mientras que en el conjunto del ejercicio previo se denegó la entrada en el país a 8.913 personas que querían obtener en Alemania el estatuto de refugiado.
La gran mayoría de los inmigrantes que fueron rechazados en los seis primeros meses del año trataban de ingresar en Alemania a través de la frontera con Austria (10.629 personas).
El Ministerio de Interior agrega además en su respuesta que las nacionalidades más frecuentes entre los peticionarios de asilo rechazados en la frontera eran afgana (cerca de un 25 %), siria, iraquí, iraní y marroquí.
El Gobierno alemán introdujo controles fronterizos el pasado septiembre, en lo más álgido de la crisis de los refugiados, cuando llegaban al país varios miles de personas cada día.
El Ministerio de Interior informó ayer de que en la primera mitad de este año el número de peticiones de asilo se ha duplicado en comparación con el mismo período del año anterior, hasta alcanzar las 400.000, y que el número de solicitudes por resolver se situaba, a finales de julio, en las 526.276.
El número de migrantes que llega a Alemania ha descendido sin embargo de forma drástica tras el cierre de la ruta de los Balcanes la pasada primavera: de más de 200.000 refugiados el pasado noviembre a los poco más de 16.000 este julio.
En lo que va de año se han registrado en Alemania 238.424 peticionarios de asilo, una de las mayores cifras de las últimas décadas, pero aún bien lejos del récord del conjunto del ejercicio pasado, en el que 1,1 millones de peticionarios de asilo llegaron al país.