Técnicamente el revocatorio presidencial sí es posible realizarlo en 2016; y no lo digo yo, sino la Constitución de Venezuela. Sólo se requiere de voluntad política, respeto a la Carta Magna y amor a la Patria para cambiar lo que está mal y seguir caminando hacia el PROGRESO que merecemos como sociedad y como país. ¡Y hacia allá vamos!
¡Basta de complicidad!
Venezuela no está para más tropiezos señora Lucena. Mientras usted intentaba justificarle al país los retrasos y triquiñuelas para evitar la consulta popular, miles de personas estaban bajo el sol, sin comer y con preocupación tratando de comprar algún alimento para su familia. Como ocurre día a día con nuestros empleados públicos que dejan de almorzar para tener que ofrecerles a sus hijos al llegar a casa. ¡Eso es lo que queremos revocar!
Sepan señoras del Consejo Nacional Electoral que no hay “podría” que nos amilane, porque el referendo es un clamor nacional. Hemos cumplido con todas las reglas y hasta con requisitos inventados, esperando la fecha para la recolección del 20%, así que dejen las excusas y pongan a andar el Revocatorio presidencial.
¡Queremos certidumbre, soluciones y tranquilidad! Y lo vamos a lograr.
Para Maduro y su combo es conveniente este retraso, pareciera que buscan la implosión del país que está cansado de hacer cola por un paquete de arroz, y otro de harina de trigo; pagándolo a doble precio y sometiéndose a las humillaciones de los más ‘vivos’. Un país que ya ha recorrido todas las farmacias y laboratorios en búsqueda de medicamentos para sanar sus malestares. Un país que ha perdido a sus potenciales talentos en manos del hampa o en la afamada obra de Cruz Diez, del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
Estamos frente a un grupo de enchufados a los que no les importa la realidad del pueblo venezolano. Un grupito que busca perpetuarse en el poder a costa de lo que sea y que usa a sus fieles seguidores como carnada, para reforzar los antivalores y agravar el malestar general que aquí se vive.
Pareciera que quisieran quedarse solos en el país y hacerse de todo lo que aquí quede. Lo que no recuerdan es que, producto de su mal gobierno y al ineficiente manejo de sus políticas públicas, no solo se están quedando solos en Venezuela sino también fuera del territorio nacional.
La visión de los otros países hacia Venezuela ha cambiado drásticamente. La dificultad para seguir regalando nuestros recursos a causa de la crisis ha disminuido la valoración que otras naciones le daban al ‘Don Regalón’ de Suramérica, razón por la que hoy vemos cómo muchos de los aliados le han dado la espalda al Gobierno. La arbitrariedad del accionar revolucionario ya no es bien visto. Basta con observar desde afuera lo sucedido con la presidencia pro témpore del Mercosur y todos los comentarios adversos que esa autoproclamación ha generado.
Son muchas las acciones que queremos y debemos cambiar. Venezuela merece un futuro distinto, en el que seamos bien ponderados entre los demás países del mundo.
Venezuela necesita que sus hijos vuelvan, se unan a la lucha y a la construcción de un país nuevo y mejor. Que las madres den a luz, frutos del progreso con nuevos valores y una mejor educación.
Por mucho de esto y más, seguimos trabajando. Seguimos esperando. Seguimos luchando. Seguiremos recorriendo el país, cada uno desde su instancia. Seguiremos organizando a nuestra gente. Seguiremos explicándoles que el Revocatorio es la única vía electoral, democrática, pacífica y constitucional que tenemos para salir adelante.
Por eso y mucho más, señora Lucena y comitiva, no descansaremos hasta ver cumplido nuestro sueño de brindar democracia. Alcanzar la libertad y el progreso para todos y cada uno de los venezolanos. Porque en este camino hacia un futuro mejor nadie se queda atrás.
Hagan lo que quieran. Pongan los obstáculos que mejor les parezcan porque, tarde o temprano, la historia y el pueblo venezolano les pasará la factura. Ya aquí no se trata de una lucha entre el poderoso y una minoría, ahora somos 26 millones de venezolanos quienes nos levantamos contra el grupito minúsculo, que arbitrariamente se mantiene en el poder, pero que ha perdido la calle y la aceptación del pueblo.
Por eso te decimos, Nicolás ve arreglando las maletas para que el “Sí, revoco” no te agarre de sorpresa. No nos cabe duda que, Venezuela lo va a lograr. El Revocatorio va y será este 2016.