Este jueves, Nicolás mostró en una reunión con empresarios venezolanos y extranjeros las firmas de algunos de los responsables del “desastre” que plantean ejecutar en el denominado “Arco Minero”.
Se trata de una franja de terreno de 111.847 Km2, equivalente al 12,2% del territorio nacional, que se encuentra al norte del estado Bolívar, y que está perfectamente ubicada al sur de la Faja Petrolífera del Orinoco, teniendo al gran río como separación.
En la misma buscan explotar en conjunto con empresas transnacionales los siguientes minerales: oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita, caolín y dolomita.
En dicha zona se encuentra el Parque Nacional Canaima (Patrimonio de la Humanidad de la Unesco 1994), una maravilla terrenal considerada como el sexto más grande del mundo. En él se pueden encontrar acantilados escarpados, sus caídas de agua, los tepuyes como el Monte Roraima y el Auyantepui, el más visitado, pues en este se encuentra el Salto Ángel.
Todo ello sin contar una gran diversidad de comunidades indígenas y de animales que se pueden ver afectadas.
Ya diputados como Américo de Grazia (MUD) han advertido sobre el etnocidio y el ecocidio que puede desencadenar este proyecto. Sin embargo, sus esfuerzos no han sido escuchados ante el monopolio de poder que vive Venezuela.
El pasado 24 de febrero y en cadena nacional de radio y televisión, Maduro firmó un decreto de cuantificación y certificación de reservas mineras (Oro, diamante, bauxita y coltán) contenidas en el Arco Minero del Orinoco a fin de probar “nuevas fuentes de riqueza” en plena crisis económica, un proyecto que había sido firmado por él mismo cuando fungía como canciller, por el fallecido presidente, Hugo Chávez y por Rafael Ramírez (antes ministro de Petróleo y Minería).
A continuación le presentamos algunas de las firmas responsables del “desastre” del Arco Minero: