Trascurridas tres semanas luego de haber sido presentado el plan de acción rápida propuesto por la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) para atender la emergencia alimentaria que vive el país, hasta ahora no ha habido respuesta concreta por parte de las autoridades nacionales respecto a la propuesta.
Nota de prensa
Conscientes de su compromiso con el país, los productores del campo agrupados en Fedeagro presentaron el pasado 10 de agosto una estrategia que prevé la posibilidad de llevar adelante acciones a corto plazo dirigidas a contrarrestar la caída sostenida de la producción agrícola e impulsar la disponibilidad de nutrientes esenciales en estos momentos de crisis que vive el país.
La propuesta presentada, basada en análisis estadísticos, sustenta un conjunto de acciones inmediatas que involucra a diez rubros de ciclo corto, cuya rápida respuesta permitirá aumentar la oferta de alimentos y la disponibilidad de nutrientes esenciales para la población.
A punto de culminar agosto, en el occidente del país se ha avanzado la siembra adicional del maíz cuyos insumos se habían recibido a finales del mes de junio y que por razones de extrema humedad de suelo no se pudo sembrar. Sin embargo, es necesario destacar que cada día las capacidades productivas están más mermadas al no conseguir los repuestos necesarios para poder activar los tractores e implementos agrícolas, lo que ha conllevado a la ‘canibalización’ de la maquinaria con resultados que no han sido los deseados.
No obstante, se está a tiempo de llevar a buen término la posibilidad de tener resultados efectivos en el ciclo norte-verano 2016-2017, durante el cual se podría alcanzar la siembra de 380.000 ha, discriminadas de la manera siguiente:
- 100.000 ha de hortalizas, raíces y frutales de ciclo corto
- 20.000 ha de papa
- 100.000 ha de arroz
- 40.000 ha de leguminosas (caraota, frijol)
- 40.000 ha de ajonjolí
- 50.000 ha de girasol
- 30.000 ha de soya
- 50.000 ha de sorgo
De igual manera, en vista de la continua caída de la producción de café, rubro de importancia capital para más de 50.000 familias asociadas a su cultivo, Fedeagro estima urgente y necesario en el corto plazo acometer un programa fitosanitario y otro de renovación de plantaciones a nivel nacional, lo que implica plantar 15.000 nuevas hectáreas y tratar otras 50.000 ha con pesticidas de nueva generación para combatir la roya.
Asimismo, se ha planteado garantizar la renovación de la maquinaria y el transporte para la cosecha de caña de azúcar, pues la precaria situación de estos bienes fue en gran medida responsable por el millón de toneladas que se quedaron en campo la zafra pasada.
Para que este plan pueda concretarse, es necesario aunar esfuerzos entre el sector público y privado, lo cual implica la necesidad de que el gobierno nacional propicie los caminos expeditos para que los proveedores (públicos y privados) de insumos, repuestos, implementos y maquinarias puedan participar en la atención de sus mercados naturales y así lograr sumar ofertas de herramientas necesarias para poder producir alimentos en campos venezolanos.
Los productores han consignado la totalidad de insumos necesarios para atender este plan de acciones rápidas ante el Ejecutivo, así como también el listado prioritario de repuestos e implementos que deben integrarse de inmediato a rescatar el maltrecho estado de las maquinarias
De igual manera, es preciso asegurar ingresos a los productores que superen sus costos de producción, adecuar operativamente las instalaciones públicas asociadas a cada rubro, así como asegurar que la cartera agrícola de la banca cubra las necesidades de financiamiento de los miles de productores que día a día ponen su mejor empeño por revertir la caída sostenida de la cosecha nacional.
Como siempre lo han demostrado, los productores agrícolas congregados en Fedeagro están dispuestos a incrementar esfuerzos con la idea de generar las condiciones necesarias para el desarrollo del campo y dignificar la ruralidad, ahorrarle divisas al país, generar crecimiento interno y disminuir el drama existente en la consecución de los alimentos de los hogares venezolanos. Venezuela no aguanta más dilaciones y es su compromiso dar respuestas concretas a fin de mejorar las condiciones de vida de la población venezolana.
Finalmente, hay que detener la anarquía de los delincuentes en la zona rural que sí representa fielmente la verdadera guerra económica al atentar a diario contra las unidades de producción, los trabajadores y los transportistas. Quien exige derechos debe saber que tiene que cumplir con sus deberes.