El papa Francisco agradeció hoy a los fieles, a las delegaciones de países y a las monjas misioneras de la Caridad su asistencia a la canonización de la madre Teresa de Calcuta, que se celebró en la Plaza de San Pedro ante 100.000 personas.
EFE
Tras el acto, y antes de rezar el Ángelus dominical, Francisco agradeció la asistencia sobre todo de las misioneras y misioneros de la Caridad, “la familia espiritual de la Madre Teresa” y deseó que “vigile siempre vuestro camino para ser fieles a Dios, a la Iglesia y a los pobres”.
También saludó a las autoridades presentes, “especialmente a las de los países más unidos a la figura de la nueva Santa” y a las delegaciones oficiales y numerosos peregrinos procedentes de varios países.
En representación de España estuvo en primera fila la reina Sofía, mientras que la delegación estaba compuesta por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, y el secretario de Estado para la Unión Europea en funciones, Fernando Eguidazu.
También asistió la primera dama de Panamá, Lorena Castillo de Varela.
En su mensaje, Francisco confió la protección de santa Teresa de Calcuta a los voluntarios de la misericordia, que durante este Jubileo se dedican a las labores de ayuda a los más necesitados.
Recordó a todos los que trabajan al servicio de los hermanos en zonas difíciles y peligrosas, “especialmente a las monjas que donan su vida sin escatimar esfuerzos”.
Y pidió rezar por la misionera española Isabel Solá, que fue asesinada el pasado viernes en Haití.