El presidente de Brasil, Michel Temer, defendió hoy, durante una reunión informal de jefes de Estado de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), previa a la cumbre del G20 de Hangzhou, un marco internacional más representativo del peso mundial actual de las economías emergentes.
EFE
“Los cambios que hay en curso (en la economía planetaria) exigen la correspondiente actualización de nuestras estructuras de gobierno mundial”, indicó Temer, en su primer foro internacional después de confirmarse en el cargo, tras la destitución el miércoles como jefa del Estado brasileño de Dilma Roussef.
“Nuestros países (BRICS) deben continuar trabajando juntos para la profundización de las reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM)”, aseguró, ya que “necesitamos unas instancias internacionales de decisión más representativas y, por lo tanto, más legítimas y eficaces”.
En ese sentido, Temer urgió a los países del BRICS a apoyar la constante mejora de un “sistema multilateral de comercio” mundial, para lo que apoyó el fortalecimiento de las actuales capacidades de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Temer coincidió con el presidente chino, Xi Jinping, quien en la misma reunión urgió a que los BRICS deben aumentar la coordinación para que los países en desarrollo y emergentes desempeñen un papel mayor en los asuntos internacionales, informó la agencia oficial Xinhua.
“Los países del BRICS son fuerzas positivas para la estabilidad económica mundial”, sostuvo Temer.
El mandatario brasileño, que volvió a reiterar en esta reunión informal que, de la mano de su Ejecutivo, Brasil ha regresado hacia la recuperación de la confianza en estos últimos meses, subrayó que una de las grandes causas que deberían apoyar los principales países emergentes del mundo es “la promoción del desarrollo sostenible”.
“No hay recetas simples para la adecuada integración de las dimensiones económica, social y medioambiental del desarrollo”, afirmó, “pero la tarea es urgente”.
En ese sentido, destacó que ante problemas como el cambio climático, “el Acuerdo de París (de noviembre pasado, al que confirmó su apoyo) es un ejemplo significativo de contribución que podemos hacer para estar a la altura de nuestras responsabilidades”, dijo, “ante las generaciones presentes y futuras”.
“Pronto tendré el honor de depositar el instrumento de ratificación del Acuerdo ante las Naciones Unidas”, añadió, lo que ya fue aprobado por el Legislativo brasileño en agosto pasado, con lo que su país se suma a China y EEUU, los principales emisores de partículas contaminantes, que anunciaron ayer que dan el mismo paso.
“Ahora nuestros esfuerzos se vuelven hacia la implementación de las metas que asumimos”, añadió sobre este acuerdo, que sustituirá desde 2020 al Protocolo de Kioto, y que necesita el apoyo de 55 países con al menos el 55 % de las emisiones mundiales para ser aplicado, algo más fácil tras el apoyo conjunto de China y EEUU.
Temer, con todo, quiso recordar que “el combate contra el cambio climático, y de manera más amplia, la promoción del desarrollo sostenible, sufren de una carencia crónica de financiación adecuada”, por lo que el nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS será “una poderosa herramienta” para “vencer ese desafío del sistema”.
En ese sentido, señaló que “es significativo que los primeros préstamos de esta nueva institución sean destinados a proyectos de energía renovable”.