La puerta del Mercosur en Venezuela que tanto ha mercadeado el gobierno es una de las tantas ventanas de la violencia sin control. La semana que termina y que empieza tienen un denominador común: sangre, impunidad e ineficacia en la seguridad ciudadana y territorial. Dos oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana se suman al largo rosario de homicidios en esta región del país. Fueron atacados a orillas del río Cuyuní, en el municipio Sifontes, reseñó Correo del Caroní.
Santa Elena de Uairén, El Palmar, El Callao, Guasipati, Upata… no hay punto en el sur del país donde la violencia no se haya afincado esta semana.
El Palmar ha estado militarizado para impedir protestas a raíz del homicidio de un joven técnico en celulares por un funcionario de la Policía del Estado Bolívar.
El jueves hubo un enfrentamiento entre grupos armados en El Callao por el control de una zona minera. El sábado en la noche un joven fue tiroteado en Guasipati, municipio Roscio. Y el domingo fue asesinado en Upata un muchacho de 19 años que recién había salido del Internado Judicial de Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar.
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