El dirigente político nacional y ex gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, aseguró que el proceso de Referendo Revocatorio sobre la gestión del presidente Nicolás Maduro puede hacerse entre el 11 y 18 de diciembre de 2016. Indicó que hace falta diálogo y voluntad política para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) labore en los diez pasos que faltan para activar la consulta pública.
Nota de Prensa
El dirigente señaló que en las condiciones actuales se pueden manejar dos fechas, todas ubicadas dentro del último mes del año, solo requiere que las partes inicien conversaciones que permitan solventar los problemas de “estancamiento” relacionados con la consulta ciudadana, así como la “elasticidad” del CNE. Precisó que ambas partes deben privilegiar los intereses y las prioridades del país.
En números, señaló que para este proceso refrendario, con un Registro Electoral de poco más de 19 millones de venezolanos, la recolección del 20% de firmas en un lapso de tres días, debe tener disponibilidad de 12.000 máquinas en 5.000 centros de votación, en comparación con el realizado en 2004, en el cual, en cuatro días, estaba diseñado para 11 millones de venezolanos, en 2.700 centros de votación.
Para Mendoza, lo importante es que tanto representantes de la MUD como del Gobierno nacional inicien conversaciones pues aseveró que ambas partes marcaron retrasos en la realización de la consulta. “No haré juicios de valor contra el árbitro, si lo que se quiere es que haga reconsideración no tiene sentido darles golpes sistemáticos” señaló y adujo que se requería también garantías de veedores internacionales como, en su momento, fue el papel jugado por la Organización de Estados Americanos (OEA), Centro Carter, entre otros.
En relación al proceso de divulgación de resultados, Mendoza señaló que ahora está en uso el sistema biométrico, mejor conocido como Captahuellas, que envía datos en tiempo real, por lo que facilitaría la totalización. Agregó que las normas creadas en el año 2007 en relación a la consulta pública, si se aplican “con buena voluntad” no deberían entorpecer proceso alguno. “Lo que no podemos es irnos al extremo, aquí nadie habla con nadie y si hablan se declara como herejía, para hacer el revocatorio las partes deben sentarse”, sentenció.