Después de Nueva York y Londres, los focos se encendieron este miércoles en las pasarelas de Milán, donde políticos e industriales unen esfuerzos para que la “Fashion Week” de la capital lombarda sea una cita imprescindible.
AFP
La célebre casa de moda Gucci sorprendió en la inauguración con una colección para el verano del 2017 inspirada en su mundo fantástico, en sus sueños ocultos.
La colección firmada por Alessandro Michele pone especial énfasis en los sombreros, todos diferentes e inusuales, en los turbantes con nudos gigantes o los lazos amarrados en la cabeza también enormes.
Cada prenda tiene su historia, son como cuentos, algunas parecen modernas hadas madrinas con sus anteojos grandes, mientras los estampados recuerdan los años 80.
Grandes firmas de la moda, entre ellas Gucci, Blugirl, Alberta Ferretti participan en el evento para presentar las novedades para la primavera y el verano del 2017.
Este miércoles, debutó la firma alemana Wunderkind. Su diseñador Wolfgang Joop, presentó una colección que juega con los contrastes: hombre y mujer, materiales flexibles y rígidos, fluidos y con cortes estructurados.
Milán acogerá 71 desfiles oficiales y 90 presentaciones de colecciones, con un programa que mezcla grandes marcas, algunos regresos a las pasarelas y jóvenes talentos.
“La Semana de la Moda se ha convertido en un polo de atracción para todos. Pido a todo el sistema de la moda que sea lo más abierto e inclusivo posible”, reconoció el alcalde Giuseppe Sala.
La ciudad vuelve a palpitar entre las carreras en el ‘backstage’, los flashes y las celebridades agolpadas en las salas.
“El impacto económico de la Semana de la Moda sobre la ciudad es de cerca 48 millones de euros”, explicó Cristina Tajani, vicealcaldesa.
“Hemos hecho una labor clave de coordinación entre la ciudad y las instituciones de la moda. Hemos destinado lugares nuevos para los diseñadores jóvenes y encontrado soluciones logísticas”, contó la funcionara.
Exposiciones, desfiles callejeros, eventos
“Hemos programado 30 eventos especiales por toda la ciudad además de los desfiles. Queremos que la moda entre en contacto con la ciudad”, aseguró el presidente de la Cámara Nacional de la Moda Italiana, Carlo Capasa.
Uno de los eventos más esperados será el desfile unisex de Bottega Veneta, el sábado en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de Brera, con motivo de su 50º aniversario y de los 15 años de Tomas Maier como director artístico.
Por primera vez en su historia, la casa de moda, propiedad del grupo de lujo francés Kering, presentará al mismo tiempo sus colecciones masculinas y femeninas, invitando a sus modelos a desfilar entre las esculturas y pinturas de la mayor colección de arte de Milán.
El nuevo e inmenso museo de las Culturas de Milán, Mudec, inaugurado el año pasado, dedica una exposición a la historia de la moda y el diseño, titulada “Diseñando el futuro: historias de artesanía e innovación”.
Milán busca renovarse con el apoyo de las autoridades locales y nacionales, entre ellas el primer ministro, Matteo Renzi (centro-izquierda), quien llegó directamente de la Asamblea General de la ONU en Nueva York para abrir el certamen.
Otras exposiciones e iniciativas enriquecen el programa, a pesar de que a muchas de ellas sólo se puede acceder con invitación.
El sector de la moda recibió este año una fuerte inyección del Estado, con una financiación por 60 millones euros, en el marco de un plan extraordinario de 260 millones de euros para todo el Made in Italy.
“Es un sector que está creciendo. En 2015 cerró con un más 1,4%”, explicó Capasa.
