“Ahora miro detenidamente la parte trasera de los leones antes de hablar”, bromeaba en 2010 el veterano guía de safaris fotográficos Grant Atkinson, en su blog de la revista Africa Geographic. En una ocasión, ante un grupo de turistas en la reserva de Moremi (Botsuana), se había dedicado a describir profusamente el comportamiento de dos jóvenes machos de una familia de leones. Atkinson señaló sus melenas en crecimiento y adivinó que pronto estarían listos para abandonar la manada. Hasta que el conductor del vehículo le susurró: “Son hembras”, publica El País.
El chófer tenía razón. Aquellos dos leones de melena al viento tenían vagina. Eran leonas. Un equipo de científicos publica ahora un estudio sobre la “inusual observación” de cinco leonas con melena de león y comportamiento masculino en Moremi, en el delta del río Okavango. Una de ellas incluso ruge a menudo como un macho, marca frecuentemente el territorio y monta a otras hembras. Los científicos, encabezados por el zoólogo británico Geoffrey Gilfilla, de la Universidad de Sussex, han bautizado a esta leona SaF05, un nombre que recuerda al de la poetisa griega Safo de Lesbos, símbolo del lesbianismo.
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