Hace algunos años Natalie Suleman, invadió todos medios de comunicación con la noticia de su mega embarazo. Conocida como la “octomon”, por haber traído al mundo a unos octillizos, gracias a una fertilización in vitro. Antes de salir embarazada, Natalie ya contaba con otros 7 hijos, sumando la llegada los 8 bebés, tuvo que recurrir a una nueva forma no muy convencional para mantenerlos, muy distinto a otras madres solteras.
Suleman, decidió incursionar en el cine para adultos, y aseguró que con este mundo logró costearse los gastos que ocasiona tener 15 hijos. Sin embargo, ahora, a sus 41 años de edad, la “octomon”, conocida como Nadia, señala que el mundo de las películas para adultos está plagado de deshumanización y explotación.
En una entrevista, la ex actriz porno, afirmó haberse convertido en adicta al fármaco Xanax para olvidar el dolor. Sus ocho hijos ahora tienen 7 años, y gracias a ellos, no hubiese podido haber escapado de ese mundo oscuro, y que probablemente habría muerto por una sobredosis por sus problema de adicción.
Tras largos 4 años trabajando en la industria del cine tiple x, se sitió muy apenada por ello y optó pasar hambre con sus hijos, a que estos se enteraran de la tormentosa vida por la que ella tenía que pasar para mantenerlos. La dedicada madre, aseguró que no fue fácil abandonar el mundo del cine para adultos, puesto que su manager la amenazó de muerte y la metió en problemas legales.
Finalmente, luego de tantas diatribas, se quedó con gran parte de su dinero. Afirma que para mantener a sus 15 hijos terminó haciendo otra película para adultos y sesiones de bikini para pagar las facturas.
“Todo lo que hice fue por dinero para poner comida en la mesa”, dijo. “Esos dos años fueron tan oscuros. Descendí por un camino muy oscuro y destructivo”, señala y afirma que sólo drogada podía hacer sus escenas.
Decidió dejar atrás la oscuridad y buscar un trabajo. Lo encontró como enfermera en el Condado de Orange. Ahora Suleman se dedica a la consejería y terapia familiar. La madre de Natalie murió de cáncer de ovarios a finales de 2014, su padre alcohólico planeaba morir bebiendo, lo que ella impidió pero una recaída en el alcohol lo dejó tetrapléjico.
Además, tiene dos hijos autistas y otro es mudo. Ella está lastimada de la espalda por su embarazo. Afirma que previo a su embarazo había sido enfermera psiquiátrica por 10 años.
“Sobre el hecho de tener otro hijo teniendo ya seis se justifica con que siempre soñé con la familia Brudy, fui tonta, pero mis hijos no fueron un error, ahora estoy casada con mi familia y los niños, no tengo tiempo para quitar de mis hijos y dárselo a un extraño”.
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