Presuntamente, robarse un vehículo le costó la vida a Harrison Alberto Hernández Pérez, de 23 años, cuya cédula de identidad estaba en un bolsillo del pantalón. Su cadáver quedó atrapado entre el volante y el asiento de un Toyota Corolla modelo Sensation, año 2008, color gris, placas AA665EF, reseñó El Tiempo.
El suceso ocurrió el sábado, pasadas las 8:00 de la noche, a un kilómetro de la salida de Pariaguán, a la altura del hotel Puerta del Llano.
Se conoció que los hechos se desencadenaron cuando un trabajador de Petróleos de Venezuela estaba cenando con su esposa y dos hijos en una pizzería en el sector Pinto Salinas. Al terminar, caminaron hacia donde estaba estacionado el auto, y allí fueron abordados por tres sujetos.
El dueño del vehículo, cuyos datos filiarorios se omiten por seguridad y uso del Ministerio Público, forcejeó con los antisociales para impedir el asalto.
Sin embargo, a empujones lo metieron en el asiento trasero y se lo llevaron de rehén, pero lo dejaron en libertad a dos cuadras del lugar.
Mientras, su esposa e hijos de 16 y 8 años quedaron en plena avenida, bajo la lluvia y desesperados, pidiendo ayuda y alertando a la gente que circulaba para que les avisaran a los organismos policiales.
Harrison Hernández y sus cómplices, al parecer, se desplazaban a exceso de velocidad, tratando de salir del pueblo y buscar una trilla de escape, pero se colearon y se estrellaron contra un árbol.