Cuando falta poco para que Venezuela se juegue su pase a la final del Mundial Femenino Sub-17 Jordania 2016 ante Corea del Norte (Lunes, 9:00 am hora de Venezuela), uno de los elementos fundamentales del equipo siempre ha sido la defensa y ahora que más se necesita está volviendo a mostrar su mejor cara.
Una de las cualidades del equipo de Kenneth Zseremeta es que suele hacer pocas variantes en medio de un partido, pero también porque tiene un 11 más o menos definido. Durante este Mundial ha utilizado a 15 jugadoras distintas de las 21 que tiene, en los cuatro compromisos disputados; sin embargo, algo que se sabe no va variar (si están todas sanas) es la defensa.
Hilary Vergara, Verónica Herrera, Sandra Luzardo, Heliamar Alvarado y Gladismar Rojas se han compaginado para volver a ser ese seguro de vida que fueron hace unos meses en el Sudamericano Femenino Sub-17, que se celebró en Barquisimeto.
Cuatro de ellas han jugado todos los partidos; salvo Sandra Luzardo, que salió expulsada en el duelo ante Alemania, y Gladismar Rojas, que entró en el segundo tiempo contra las canadienses. Y otra estadística es que de esas cuatro, tres han jugado todos los minutos posibles (Hilary, Verónica y Haliamar). El fondo es el que menos varía porque es en el que más se confía, aunque las cosas no empezaron como se pensó.
La Vinotinto femenina comenzó su andar en el Mundial con traspiés ante Alemania, en el que la defensa fue muy cuestionada por las facilidades que dieron para atacar a las germanas. Contra ellas permitieron dos tantos y hasta 15 remates, seis de ellos al arco, muchos para un equipo que en el Sudamericano solo había aceptado dos goles en siete partidos.
Ante Camerún, y sin Sandrá Luzardo, se vieron más compactas pero de igual forma fueron atacadas incesantemente y un despiste cerca del final propició el gol de Takounda, al que Deyna Castellanos hizo olvidar con una genialidad desde la mitad de la cancha.
Contra Canadá, con Luzardo en cancha y Rojas entrando en la segunda parte, se empezaron a ver los cambios. La defensa en ese partido trabajó muy bien reduciendo mucho la cantidad de ocasiones del rival con respecto a los otros encuentros, incluso aguantando con una menos sobre el césped.
La mejoría se confirmó contra México. Pese a que las aztecas hicieron un gol, este vino a balón parado y en un momento en el que no se pensaba que las mejicanas abrirían el marcador. Venezuela siempre controló el partido y las jóvenes “manitas” nunca pudieron penetrar en una defensa muy bien protegida.
La guardameta criolla también tiene su cuota de responsabilidad en este buen cambio de la defensa, porque sus manos han detenido varios disparos difíciles y les ha trasmitido esa confianza y seguridad que la defensa siempre necesita que venga de su portera.
De igual forma, no son solo ellas. Jugadoras como Dayana Rodríguez y Nikol González han puesto su granito de arena, ayudando a la defensa desde la contención y siendo siempre la primera barrera a superar para las rivales.
La semifinal se acerca, por lo que es el momento oportuno para que haya vuelto la mejor versión de una defensa que se necesita más que nunca y en la que Zseremeta, el resto de las “Chicas Superpoderosas” y el país pueden contar.
Fuente: Diario Meridiano.