Aliados hasta la salida
La luna de miel duró muy poco, pues en abril de 2014 sucumbió rápidamente ante las amenazas oficialistas de ese momento, cuando se presentó el tema de “la salida”, hay que recordarlo: se apartó de quienes se restearon con él para convertirlo en alcalde. Así las cosas, el año pasado lamentablemente le detectaron un problema de salud y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, varios días separado del cargo y fuera del país, recibiendo el tratamiento médico. Hoy nuevamente vuelve a ausentarse por una crisis hipertensiva, la cual está siendo tratada en Miami. Hace poco menos de tres meses se fue y encargó a uno de sus directores de confianza. Valencia está literalmente abandonada y al garete, ya que el titular del despacho está quebrantado de salud.
Basura como icono de la misión municipal.
La basura es el emblema de la gestión, aunque durante la campaña electoral Cocchiola decía que en poco tiempo Valencia estaría cien por ciento (100%) limpia. Nos falló, así como nos falló en la defensa del patrimonio de los valencianos; recordemos que el Parque Recreacional Sur y la majestuosa Monumental de Valencia le fue arrebatada a la municipalidad desde el poder central sin que nuestro alcalde promoviera actos de defensa, fuimos los valencianos, con el movimiento Valencia se Respeta quienes salimos al frente, de hecho, logramos recuperar nuestro Teatro Municipal que también había sido despojado desde Miraflores.
Pues como les decía, nuestro alcalde está fuera del país, delegó las funciones en uno de sus directores, de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal ya que su ausencia es temporal. Había solicitado permiso hace menos de tres meses y la cámara por unanimidad lo concedió. Ahora, casi finalizando la semana pasada, se convoca sigilosamente una sesión para discutir la prórroga del permiso que aún estaba vigente, pues éste vencía el 29 de octubre, pero sin entender las razones del secretismo se intentó sesionar el jueves 13 de octubre sin lograr ponerse de acuerdo y luego el 14 de octubre sin convocarse a tres de los concejales de la MUD, se convino extender el permiso al ciudadano alcalde hasta enero del 2017. A esa sesión asistieron los concejales oficialistas y el de Cuentas Claras, esto es, seis (6) del PSUV, uno (1) del movimiento TupaMaru, uno (1) del PCV, uno (1) de REDES y el de Cuentas Claras , o sea, asistieron 10 concejales de los trece que conforman la cámara ya que como lo dije antes los de la MUD fueron ignorados. Mariela Domínguez, militante de Acción Democrática (AD), Judith Sukerman de Proyecto Venezuela (Prove) y José Bucete de Voluntad Popular (VP) no asistieron a la sesión, porque no fueron convocados.
¿Asalto o entrega?
Es menester hacer las siguientes consideraciones: ha sido muy rara la jugada de esa prórroga apresurada, pues el permiso que tenía el burgomaestre valenciano vencía el 29 de octubre y a mi manera de ver las cosas, en un video que circuló este fin de semana se escuchó la opinión del concejal del PCV que me pareció sensata (aunque por lo general estos oficialistas actúan con insensatez y arbitrariamente), ya que en un cuerpo colegiado debe discutirse con base a informes y no a solicitudes caprichosas. El concejal Henry Alvarado cuestionaba el “cómo” van a opinar sin conocer el informe médico que refleje el estado de salud del alcalde. Que conste, no estoy en desacuerdo con extenderle la prórroga a su permiso, lo que me parece extraño fue la premura de la extensión de una licencia no vencida, el secretismo de la sesión y no logro entender la razón para no convocar a los concejales de la MUD, antes mencionados (eso vicia de nulidad la sesión). De esto solo podemos concluir diciendo que al oficialismo les resulta más cómodo tener como alcalde a Cocchiola o al director que él designe. Pareciera que el oficialismo no tiene pleno control de todos los concejales que apoyan al “proceso revolucionario”, y en cualquier momento puede cambiar la correlación de fuerzas en la cámara municipal y ante esa eventualidad, se apresuraron en nombrar a un alcalde que les resulte cómodo. A su vez, esa ratificación de la prórroga podemos considerarla como una jugada del PSUV contra algunos de los directores “cocholistas” enchufados que le pedían a los factores democráticos no criticar a Cocchiola, porque las intenciones del PSUV era tomar por asalto la alcaldía de Valencia. A ellos les digo: ¡el PSUV no les quitó la alcaldía, ustedes se la entregaron!
Esperemos que ahora que en la cámara municipal los enchufados “cocholistas” cuentan con TODOS los votos del PSUV se pongan las pilas y limpien la ciudad, en lugar de estar pensando en limpiarle el bolsillo a los valencianos vía aumento de impuestos municipales.
Pablo Aure