El director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Benigno Alarcón, sostuvo este viernes que si no hay una reacción contundente de la oposición, que incluya la presión internacional, política y social, la suspensión temporal del referéndum se convertiría en una decisión definitiva.
Nota de prensa
“El sector moderado del régimen, que ayer perdió el control de la situación, tratará de convencer a la oposición de regresar a la mesa de diálogo para jugar al policía bueno, mientras el sector más radical buscará su posicionamiento como salvadores del proceso”, agregó Alarcón, al pronunciarse sobre las decisiones judiciales en algunos estados y la suspensión de la recolección de firmas por parte del CNE.
El director Alarcón indicó que suspendido el proceso de recolección de firmas, “si no hay una reacción contundente de la oposición que incluya la presión internacional, social y política, el referéndum estaría muerto y la suspensión temporal se convertiría en definitiva por decisión judicial”.
Explicó que “si no se actúa con contundencia, vamos hacia la ilegalización de partidos políticos antes de las elecciones del 2017, con lo que se produciría un cambio de régimen hacia un autoritarismo hegemónico, o de partido único, que suele ser el siguiente paso en procesos de autocratización”, aseveró.
El director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB consideró que aunque la Asamblea Nacional no está cerrada formalmente, lo está de hecho. “La única ventaja que mantiene es la de ser una plataforma institucionalmente protegida de vocería política, y esta ventaja puede desaparecer si se despoja a los diputados de la inmunidad parlamentaria o si se decide el cierre de la Asamblea por desacato y la convocatoria a una nueva elección”, dijo.
En su análisis, Alarcón advirtió que se intentará ejercer represión selectiva contra líderes de oposición. “La maniobra de ayer aunque es muy audaz, necesita de la neutralización de la oposición para estar completa, por lo que cabe esperar una ofensiva selectiva hacia las cabezas de la oposición, y en especial hacia quienes abogan por movilizar y tienen la capacidad de convocatoria para ello”.
En su criterio, “si no hay una reacción inmediata y eficaz en las próximas 72 horas, que pase por la concertación inmediata de una única línea de acción de parte de la oposición la dictadura pura y dura se puede imponer desde los sectores más radicales del régimen”.
Alarcón reiteró lo que ha venido señalando en diferentes espacios: “Lamentablemente, todo parece indicar que el gobierno apuesta a su permanencia con o sin el apoyo popular, lo que implica que sin presión social y política no habrá posibilidad alguna de cambio, lo que hace predecible una escalada del conflicto que colocará, ante la precariedad de las instituciones, a los militares ante el dilema de tener que decidir, para bien o para mal, entre convertirse en los verdugos incondicionales de un régimen venido a totalitario o regresar a la institucionalidad que los obliga a ser garantes de la Constitución y la soberanía popular”, finalizó.