Uno de los mejores bateadores de la historia del béisbol venezolano, el ex grandeliga Alex Cabrera, volvió a la acción con una polémica sentencia judicial bajo el brazo que suspendió una sanción por dopaje en su contra.
AFP
Único pelotero en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) que ha conquistado la triple corona ofensiva y dueño del récord de jonrones en una temporada, Cabrera se estrenó con los Tigres de Aragua la noche del miércoles pese a una suspensión de 25 juegos en su contra por consumo de sustancias prohibidas.
El jugador de 44 años firmó con Aragua tras una batalla que comenzó en septiembre, cuando un fallo judicial prohibió “cualquier clase de veto” a su “derecho constitucional al trabajo”.
La sentencia fue apelada por la LVBP, que el 1 de marzo había castigado a Cabrera por utilizar el medicamento Adderall, que incluye entre sus componentes metanfetaminas.
“Lo peor que tiene esta decisión es el daño que le puede hacer al deporte”, alertó en su momento el presidente de la Liga, Oscar Prieto.
Un nuevo fallo a favor de Cabrera a principios de octubre terminó de abrirle las puertas a su retorno.
Cabrera, quien reconoce el uso de Adderall, pero alega razones médicas, tomó un turno como bateador emergente en el juego entre Navegantes del Magallanes y Tigres, ganado por los navales 4-0. Se ponchó ante los lanzamientos del zurdo Gerardo Concepción.
Su llegada a la novena rayada se produce después de que su viejo equipo, Tiburones de La Guaira, lo dejara libre a pesar de haberle respaldado en sus reclamos iniciales.
– Números sin par –
Con La Guaira, el ‘Samurai’ (por su larga experiencia en Japón) venía de ser Jugador Más Valioso, reconocimiento que obtuvo por tercera vez en su carrera.
Comenzando su vigésima temporada, Cabrera exhibe promedio de por vida de .304, con 135 cuadrangulares -la segunda mayor cantidad en la LVBP tras los 137 de Eliézer Alfonzo-, 465 carreras impulsadas y 352 anotadas.
El slugger ganó la triple corona en la temporada 2013-2014, con average de .391, 21 jonrones y 59 fletadas en 59 juegos, y batió en la de 2011-2012 el récord de vuelacercas en un solo curso, con 21.
Pero no ha logrado alejar la sombra del dopaje. “Inyección de poder”, ironizó en su titular del jueves el diario Meridiano tras la reaparición del toletero.
Su nombre figura en el famoso Informe Mitchell sobre peloteros sospechosos de uso de esteroides en las Grandes Ligas (jugó con los Cascabeles de Arizona en 2000) y recibió una suspensión de por vida en el béisbol mexicano, aunque ganó una posterior apelación contra el castigo.