El conservador Mariano Rajoy jurará su cargo como presidente del Gobierno de España este lunes en el Palacio de la Zarzuela, tras más de diez meses en funciones, y anunciará su Gabinete el próximo jueves, para que el viernes se reúna el nuevo Consejo de Ministros.
Este es el calendario político de la semana que viene una vez que el Rey de España firmara este domingo en el Palacio de la Zarzuela el Real Decreto por el que nombra a Rajoy presidente del Gobierno.
Felipe VI recibió hoy a la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, quien le comunicó el resultado de la votación de investidura que se produjo el sábado por la noche.
El Monarca atendió a Pastor apenas una hora después de llegar a Madrid desde Colombia, donde participó en la Cumbre Iberoamericana de Cartagena de Indias.
Rajoy obtuvo la confianza del Congreso con 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones, procedentes éstas de buena parte del grupo socialista.
Durante la audiencia, el jefe del Estado firmó el Real Decreto en ejercicio de sus competencias para proponer y nombrar al presidente del Gobierno, tal como dispone el artículo 62 de la Constitución.
Tras la publicación del mismo en el Boletín Oficial del Estado, Rajoy jurará su cargo previsiblemente el lunes por la mañana, si bien ya ha adelantado que hasta el próximo jueves no dará a conocer la composición de su nuevo Gabinete.
La elección del líder del Partido Popular (centroderecha) puso fin el sábado a una etapa de interinidad que ha durado más de diez meses, durante los que Rajoy se mantuvo al frente de un Gobierno en funciones.
La votación en el pleno del Congreso reflejó la división en el Partido Socialista (PSOE), toda vez que 15 de sus 84 diputados decidieron mantener el “no” a Rajoy en lugar de seguir el mandato de la dirección del partido, que optó por la abstención para evitar unas terceras elecciones generales.
Horas antes de empezar la sesión en la Cámara Baja, el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, decidido partidario del “no”, renunció a su acta de diputado para no tener que votar.
Sánchez rechazó abstenerse para, según dijo, respetar sus propios principios, pero tampoco quiso votar en contra por no desobedecer a la dirección de su partido, en manos de una gestora desde que él mismo y su comisión ejecutiva dimitieran el pasado 1 de octubre.
Rajoy dijo en su intervención ante la Cámara que quería “un Gobierno que gobierne, no que sea gobernado” y dejó claro que no admitirá que el Congreso, donde carece de mayoría, pueda revocar las políticas que desarrolló desde que accedió al poder, en diciembre de 2011.
Los españoles acudieron a las urnas el 20 de diciembre de 2015 y volvieron a hacerlo el 26 de junio de 2016. En ambas elecciones ganó el Partido Popular pero sin mayoría suficiente como para formar Gobierno.
Hacía falta, pues, la abstención de un número suficiente de socialistas para que el candidato obtuviera más síes que noes en la segunda y última votación.
Los grandes periódicos nacionales alaban hoy en sus titulares el “sentido de Estado” de los socialistas aunque reconocen el coste que la abstención ha tenido en el seno del propio partido, hoy sin líder y sumido en una división profunda.
Al próximo Gobierno le corresponde adoptar medidas de gran envergadura, como la reforma de las pensiones, el pacto por la educación, la regeneración política necesaria tras los casos de corrupción o la reforma constitucional.
El nuevo gobierno tendrá que presentar un proyecto de presupuesto a la Comisión Europea y asumir políticas de control del déficit público que incluyen ahorros por más de 5.000 millones de euros.
También tiene el reto de atajar el auge secesionista en Cataluña, donde el presidente de la Generalitat (gobierno autónomo regional), Carles Puigdemont, ha prometido celebrar en septiembre de 2017 un referéndum para constituir una república independiente.
Sin embargo, será la presentación ante el Parlamento de los presupuestos para 2017 la primera ocasión para saber con qué apoyo va a contar en adelante el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. EFE