La diputada a la Asamblea Nacional y dirigente de Cuentas Claras, Dignora Hernández manifestó su preocupación frente a la actitud que mantiene Nicolás Maduro porque “no aprende la lección ni con peras ni con manzanitas”, dijo al referirse a las palabras esgrimidas por el Ejecutivo cuando anunció que sus adversarios no entrarían a Miraflores “ni con votos, ni con balas”.
Hernández recordó que la actual ruptura del hilo constitucional en Venezuela ha sumido al país en una situación de incertidumbre en la que se enfrenta el aparato del Estado contra la democracia, situación que a su juicio, merece la atención del mundo. “Esto no es un gobierno, es una tragedia social e institucional y lo más lamentable es que el presidente no quiere o no puede entender la situación del país”.
Alertó a la Santa Sede “sobre el accionar de estos fariseos de la democracia que con hechos y palabras invocan a Dios sólo para servirse de él y darle barniz de santidad a sus propósitos de perpetuidad. Fingen una moral, y unas creencias que no tienen, no mentiras debiera ser el primer mandamiento que se imponga a los dialogantes, porque el país merece y reclama cuentas claras, es necesario retomar la agenda del diálogo precisando ¿Con quién, de qué y para qué se dialogará? sólo con un objetivo claro y la certeza de que ambos sectores entienden lo trascendente del momento permitirá llegar a los acuerdos necesarios en función del objetivo superior”.
Para la abanderada de la tolda naranja poco o nada ayudan las palabras del Ejecutivo “y sus camaradas al objetivo del diálogo auspiciado por el Vaticano, sus palabras van dirigidas a sus radicales, con el único propósito de mostrarse fuerte ante estos, lo que de nada servirá, puesto que un gobierno que ha vuelto todo el aparataje del Estado en contra de la democracia sabe que tendrá que habilitarle al país su legitimo derecho a rectificar su camino por la vía democrática: Los demócratas solo necesitamos votos, los golpistas tienen las balas”.
Asimismo precisó en que “el gobierno de Maduro no quiere entender que esta pseudorevolución caducó, y aunque le cueste debe formarse para vivir en democracia y dejarse tutelar por los ciudadanos, que son a fin de cuentas los únicos soberanos. No puede invocar democracia porque no es demócrata, no es suficiente hablar de la paz y justicia, el asunto está en precisar si existe la disposición oficial para encontrar soluciones a la grave crisis que nos agobia, y que tiene a la familia venezolana sumida en el hambre y la miseria, sin propósito de enmienda no habrá diálogo efectivo. Basta de ensayos, nuestra gente tiene hambre”.
Por último, la diputada Dignora Hernández hizo hincapié en resaltar que el problema no es el diálogo sino las actitudes de algunos de los dialogantes, “es deber de todos los venezolanos apostar al diálogo como la vía democrática, el arma de la civilidad por excelencia para dirimir nuestros conflictos. De las acciones del gobierno deberán responder ellos, nosotros sólo responderemos por las propias, humildad para asumir este momento es lo que necesitamos, aquí lo único grande es Venezuela”.
Nota de Prensa