Este año se cosechará 35% menos de maíz blanco con respecto a 2015 debido al bajo precio que se le paga al productor, la falta de insumos y la inseguridad. Así lo informó Celso Fantinel, segundo vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) a El Mundo, Economía y Negocios.
Aunque tenían una intención de siembra de 650.000 hectáreas de maíz (blanco y amarillo) solo pudieron sembrar 435.138, lo que representa una mejoría con respecto al año anterior cuando se sembraron 390.000.
Sin embargo, solo 33% de ese total (143.779) son del maíz blanco que se destina a la producción de harina precocida y 67% (291.359) de maíz amarillo para elaborar alimentos de animales.
Precisó que en este último rubro hubo una mejoría porque muchos productores han dejado de cultivar el maíz blanco y migraron al amarillo. Atribuyó este resultado a la “política mal llevada del Ejecutivo de no darnos rentabilidad y menos en este rubro”.