La palabra Unidad, se refiere a una propiedad de las cosas relacionada con la imposibilidad de división o de separación. En ese sentido, la MUD, por su diversidad de ideologías, opiniones, doctrinas políticas, religiones y razas, debe esmerarse para que exista una cohesión específica que nos permita luchar unidos, de ese modo, los ciudadanos puedan interpretar con claridad la Unidad Opositora, tan necesaria en estos momentos difíciles de la Patria.
Esta exigencia de mayor unidad, no escapa a un mal que parece necesario en nuestras filas, pero con mayor manifestación en nuestro principal adversario político: el PSUV, representado por voceros del régimen y expresado en el anormal comportamiento de muchos políticos quienes para lograr sus ambiciones personales siembran odio, ira y sectarismo para tratar de dividir la Unidad, y luego “pescar en río revuelto” con el fin maléfico de quedarse al frente de un segmento poblacional que hoy es mayoría, para alienarlo, fanatizarlo y utilizarlo, según los propósitos particulares ( EGOS ), según opiniones de politólogos varios.
Por eso, enumero varias alternativas al respecto: 1) exhorto a toda la dirigencia de la MUD a llamar a diversos sectores de la sociedad civil para conformar un “ Consejo de alto nivel”, formado por expertos consultores, tanto intelectual, como político y económico que nos oriente hacia el diseño de estrategias y de tácticas exitosas en los venideros escenarios que nos toca enfrentar en el corto plazo, como por ejemplo, la marcha pa’ Miraflores (la casa de Doña Jacinta sede del poder público nacional de todos los venezolanos), donde el régimen ha sentenciado que no entraremos: ni por la buenas ni por las malas, “ni con votos, ni con balas, ”, clara expresión de miedo del autócrata Maduro; y, 2) invito a la dirigencia calificada de la MUD para la urgente necesidad de aclarar al país nacional que el día 11 de noviembre de 2016 no va a caer el régimen, por el contrario, debemos explicarle que apenas es el inicio de un importante avance en la ruta de imponer la constitucionalidad en el país escogida por los negociadores.
Es necesario explicar que este 11-N, será la fecha límite para que el régimen ofrezca soluciones a la crisis general que vivimos los venezolanos expresada en todos los ámbitos del que hacer nacional. El Gobierno, al principio, se quiso apoderar del Dialogo de las Mentiras como mecanismo disuasivo de la crisis y para mostrarle a la comunidad internacional su disposición de negociación y tratar de desprestigiar a la Unidad. El país necesita que se dé prioridad a los problemas que afectan la economía familiar, la oposición unida es fuerte, pero desunida es débil, lo cual indica que todos necesitamos de todos.
La unidad, es nuestra diferencia, y es la clave para derrotar al régimen ya, pues éste se dio cuenta que el dialogo de las mentiras constituye un arma peligrosa para su estabilidad en poder, por ello, han cometido cualquier tipo de arbitrariedades e ilegalidades para destruirlo y conservarlo, es decir, han tratado de convertirlo en “un falso positivo”, pero se les está convirtiendo en un boomerang político.
La política, es una acción con resultados concretos, por eso, en primer lugar la MUD, debe hablarle claramente al país el 11-N, sobre los alcances del Diálogo de la Mentiras, cuyo árbitro es el Papa Francisco (Vaticano). En segundo lugar, se debe aclarar que el camino electoral sigue vigente este 2016, recalco este 2.016 para resolver la crisis electoral, la crisis humana, la violación de la Constitución Nacional y los Derechos Humanos por el régimen. En tercer lugar, exigir contundentemente que se materialice la libertad plena para los presos políticos, encabezados por los dirigentes Leopoldo López, Antonio Ledezma, Manuel Rosales, Daniel Ceballos, los Policías Metropolitanos, Yon Goicochea, Lorent Saleh entre muchos otros, así como también, deponer la persecución contra los dirigentes en el exilio.
En cuarto lugar, insistir en la atención inmediata de las víctimas de la crisis humanitaria porque no es justo, que niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas, se estén muriendo por la desatención social, por la desnutrición (hambre) y por la desidia corrupta oficialista.? Se debe insistir, en generar una ofensiva seria y responsable contra el desabastecimiento que, asociado a la “dolarización” de la economía, impide a los ciudadanos acceder a la comida, a un empleo, a medicinas, a la seguridad, en fin a una calidad de vida como antes existía en los gobiernos democráticos. Por tanto, queridos compatriotas, es necesario combatir juntos todos, porque el pueblo nos exige: “Más y Mejor Unidad”