Donald Trump, presidente de los Estados Unidos

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos

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Donald Trump, conocido magnate inmobiliario sin ninguna experiencia política, será el próximo presidente de Estados Unidos tras ganar las elecciones, un inesperado resultado que llenó al mundo de incertidumbre.

Impulsivo, a veces incluso soez, el candidato republicano de 70 años, moderó su retórica agresiva al conocerse los resultados que pusieron fin a una polarizada campaña electoral contra la demócrata Hillary Clinton, plagada de insultos y ataques personales.





“Seré el presidente de todos los estadounidenses”, anunció exultante esta estrella de la telerrealidad en su discurso triunfal, rodeado de su esposa, Melania Trump y sus hijos, en Nueva York.

“Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados”, agregó, refiriéndose a su principal apoyo: el voto rural y obrero blanco.

Las divisiones en la sociedad que se evidenciaron con la elección fueron reconocidas con preocupación por su rival demócrata.

“Espero que lo logre en tanto que presidente de todos los estadounidenses”, dijo Clinton en su primer discurso tras la derrota, en el que señaló que el país está “más dividido de lo que pensábamos”.

“Esto es doloroso y lo será por mucho tiempo”, señaló la exprimera dama y exsecretaria de estado.

Ocho años después de la elección de Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, este multimillonario que supo captar los miedos y la rabia de un sector de Estados Unidos sumó al menos 290 de los 270 grandes electores que se necesita para llegar a la Casa Blanca.

Clinton tenía solo 218, un duro golpe para quien aspiraba a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos y una bofetada para Obama que se volcó a apoyarla con todo su empeño y carisma.

– Cambio radical –

Junto a la hazaña de Donald Trump de llegar a la presidencia de Estados Unidos, los republicanos mantuvieron el control del Congreso, con lo que podrán poner plenamente en marcha el programa del nuevo mandatario.

Con la Casa Blanca y el Legislativo en sus manos, los republicanos tendrán el poder para deshacer las reformas de Obama, en particular su controvertida reforma de asistencia sanitaria conocida como “Obamacare”.

“Tiene que haber una transición exitosa”, señaló el presidente demócrata, quien se dijo “alentado” por el tono del último discurso de Trump a quien invitó a la Casa Blanca este jueves.

El miedo a una victoria de Trump, que ha dicho que los mexicanos son “violadores” y “narcotraficantes”, y que prometió construir un muro en los 3.200 km de frontera con México, movilizó a muchos hispanos, la primera minoría del país.

Pero los resultados electorales muestran también que un importante sector de hispanos se inclinó por Trump.

Pocas veces en las últimas décadas se habían presentado dos candidatos tan antagónicos.

Antiinmigrante, impulsivo y corrosivo, denunciado por varias mujeres que dijeron haber sido toqueteadas por él, marcó para siempre un estilo de hacer campaña política. La dirigencia del partido Republicano le dio prácticamente la espalda.

Y los estadounidenses querían un cambio.

“Voté en favor de Trump, y contra el sistema. Trump dice muchas estupideces porque no es un político, no está entrenado (…) Pero lo más importante para el país es el comercio, las relaciones internacionales y la economía. Y la gente está quebrada y necesita un cambio”, explicó Abteen Daziri, de 38 años y de origen iraní.

La abogada Clinton es una figura política desde hace 25 años, a quien la mitad de los estadounidenses detesta y duda de su honestidad. Fue primera dama durante la presidencia de su esposo (1993-2001), senadora y luego secretaria de Estado del presidente Obama.

La trayectoria de Clinton como candidata demócrata rumbo a la Casa Blanca estuvo ensombrecida por la investigación del FBI en su contra por los emails enviados desde su correo privado, en momentos que era secretaria de Estado.

“Estoy devastada, perdí la fe en mis compatriotas, no sé qué nos depara el futuro”, comentó Kate Kalmyka, una abogada de 36 años, en Nueva York.

– Incertidumbre en el ámbito internacional –

Los desafíos a partir de ahora son enormes y reina la incertidumbre en el ámbito político y diplomático, como el futuro de las relaciones con Rusia o la implicación de Estados Unidos en el conflicto sirio.

El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Trump por su victoria, con la que espera una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses. El magnate ya ha sugerido que podría reconocer la anexión de Crimea a Rusia, ha elogiado a Putin y abogado por lazos más cercanos con Moscú.

El presidente francés, Francois Hollande, consideró que la elección de Trump “abre un período de incertidumbre” y en ese contexto “se necesita una Europa unida”.

El presidente chino Xi Jinping afirmó estar “impaciente” por trabajar con Trump “sin confrontación” y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo describió como “un verdadero amigo del Estado de Israel”.

En lo económico, otro frente abierto es el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), que Europa sigue con atención, o el TPP, clave para México.

– ¿Y América Latina? –

En América Latina, el gran afectado podría ser México, país ante el cual anunció cambios en las políticas comerciales con la creación de aranceles a las importaciones, al igual que con China.

Una incógnita más es si mantendrá la normalización de relaciones con Cuba, que lanzó Obama.

En los últimos días prometió que “suspenderá el programa de refugiados sirios” para impedir la entrada de “terroristas islámicos”, pero no volvió a mencionar su idea de deportar a los 11 millones de inmigrantes hispanos indocumentados.

Muchos tienen miedo de que su forma de gobernar sea similar a su campaña electoral, marcada por las salidas de tono, los ataques políticamente incorrectos y con decisiones impredecibles.

De momento, Trump se propuso unir a los estadounidenses y sanar las heridas de la brutal campaña.

“Ha llegado el momento de que Estados Unidos cierre las heridas de la división”, exhortó.

AFP