Desde hace 2 semanas en Venezuela se dio inicio al diálogo entre la Mesa de la Unidad y el gobierno. Para que fluyera de mejor manera el vaticano exigió una serie de concesiones, para bajar los ánimos y hacer que la concentración de ambos sectores estuviese concretamente en las negociaciones que estaban por comenzar. Para algunos sectores las posesiones fueron muchas, para otros, eran necesarias.
Lo cierto es que la MUD desde el inicio del diálogo se sentó con una condición, y era empezar a ver resultados rápidos, y de no hacerlo para el 11 de noviembre se pararían de la mesa y regresaríamos a las calles para continuar exigiendo el respeto a la constitución y demandando elecciones presidenciales lo antes posible, pues para nadie es un secreto que mientras Nicolás Maduro y compañía se mantengan en el poder en Venezuela seguirá reinando el caos y la crisis seguirá aumentando.
Ahora el gobierno dice que ellos no pueden dialogar con una pistola en la cabeza, a ellos nosotros respondemos que los representantes de la MUD si han sido capaces de hacerlo cuando existen presos políticos, en la cárcel, mientras en presidente de la república tilda a nuestra tolda política Voluntad Popular de “organización terrorista” y amenaza con meter en la cárcel a nuestro hermano Freddy Guevara. Mientras viola informes médicos y órdenes judiciales que ordenan que Rosmit Mantilla sea sometido a una operación con urgencia, o las constates amenazas de disolver la Asamblea Nacional.
Ante estos hechos queda claro que quienes se han sentado en la mesa de diálogo con una pistola en la cabeza ha sido la MUD, y es por esta misma razón que no se puede seguir el juego a la dictadura, esperando que con las negociaciones sin frutos, ni hechos concretos de acercamiento se pretendan enfriar los ánimos y sirva esta tregua para que ellos tomen una bocanada de aire.
Así que si el 11N el gobierno no da muestras claras de fijar una fecha de revocatorio antes del 10 de Enero o unas elecciones generales lo más pronto posible, volveremos a las calles a dejarles bien claro tanto a la dictadura como a la comunidad internacional que la gran mayoría de los venezolanos estamos cansados de vivir en dictadura, que somos una inmensa mayoría los que estamos convencidos de que el cambio en Venezuela es necesario y llegaremos a él por la vía pacífica y democrática.
Si algo nos ha quedado claro en el camino transitado es que estamos del lado correcto de la historia, y aunque atravesamos momentos muy duros, donde es fácil caer en el desánimo. También quiero recordarles que ya estamos viviendo la etapa final de este régimen y muy pronto podremos presenciar la construcción de La Mejor Venezuela.