Las últimas raciones de comida que la ONU distribuyó en julio en Alepo oriental están siendo repartidas esta semana entre los civiles más necesitados y la semana próxima no habrá más alimentos para entregar, alertó hoy la ONU.
“Hay familias que no han recibido comida en semanas. La situación es realmente desesperada”, dijo en una comparecencia ante la prensa el responsable de la asistencia humanitaria de la ONU en Siria, Jan Egeland.
Naciones Unidas pudo distribuir alimentos en Alepo oriental en julio pasado y, desde entonces, la ciudad ha estado bajo sitio de las fuerzas gubernamentales apoyadas por la aviación rusa y ninguna asistencia humanitaria ha podido ser entregada en la ciudad.
Durante estos meses, los 275.000 civiles que se estima sobreviven en la parte oriental de la urbe han podido contar con los alimentos racionados que la ONU dejó hace cinco meses.
“Pero esa comida se ha acabado. La última distribución se ha hecho hoy. No habrá nada que distribuir la próxima semana”, advirtió Egeland.
Alepo es la única de las 18 zonas sitiadas en Siria que no ha recibido asistencia humanitaria de la ONU en los últimos meses.
Egeland dijo que es “de suma urgencia” que se permita la entrada de equipos humanitarios para evitar “una catástrofe”.
“Nadie quiere ver un cuarto de millón de personas muriendo de hambre”, sostuvo, por lo que mostró su “confianza” de que las partes en conflicto y las potencias que les apoyan permitan la distribución de asistencia.
“Tengo la esperanza de que todas las partes nos permitan actuar. Necesitamos que esto ocurra pronto. Tiene que ser la próxima semana, máximo a la otra”.
“Las partes tiene que evitar la hambruna”, insistió.
El responsable humanitario explicó que la semana pasada la ONU presentó un nuevo plan de ayuda a Alepo que permita la distribución de alimentos, la evacuación de enfermos y heridos, la entrada de asistencia médica y el acceso de personal médico a la ciudad.
Sostuvo que las partes en conflicto y las distintas potencias implicadas en el mismo tienen el plan y esperan una respuesta en las próximas horas.
Advirtió que para que el plan pueda llevarse a cabo tienen que darse ciertas “condiciones”: que todas las partes autoricen a los convoyes de la ONU el tránsito en condiciones de seguridad, 72 horas para poder prepararse y “varios días y varias noches” para poder hacer las distribuciones y las evacuaciones.
Los enseres y alimentos provendrían tanto de Turquía como de lo que la ONU tiene almacenado en Alepo occidental.
La ciudad -la mayor del país antes del conflicto- está dividida en dos: la occidental está controlada por el régimen de Bachar al Asad, y la oriental por grupos opositores y militantes islamistas, y bajo sitio del Ejército sirio.
Consultado si no se podría lanzar la comida desde los aviones, como se hace en Deir al Zur -zona controlada por los militantes del Estado Islámico- Egeland respondió negativamente recordando que no se pueden hacer lanzamientos en zonas densamente pobladas.
El funcionario internacional dijo que Alepo oriental es la zona de Siria “que más les preocupa”, y advirtió que el invierno que está comenzando ahora es el quinto en guerra y será el “peor”. EFE