Hay descontento en las filas de la oposición. La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afronta una crisis interna porque su directiva ha pactado con el gobierno de Nicolás Maduro un acuerdo «tibio» en la mesa del diálogo en el que no figura su exigencia o bandera principal como lo es el referéndum revocatorio o elecciones presidenciales anticipadas. Entre el viernes y sábado tuvo lugar en Caracas la segunda ronda de conversaciones entre el gobierno venezolano y la oposición bajo los auspicios del Vaticano y el Papa Francisco, con su enviado monseñor Claudio María Celli y el nuncio apostólico Aldo Giordano, para buscar soluciones a la aguda crisis política, económica y social que vive el país, reseña ABC de España.
En el encuentro participaron como mediadores del oficialismo los tres expresidentes invitados por Unasur presidida por Ernesto Samper, el español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández. La delegación de la MUD estuvo representada por su secretario ejecutivo, Jesús «Chúo» Torrealba, el alcalde Carlos Ocaríz, los diputados Luis Aquiles Moreno de AD y Timoteo Zambrano de UNT. Y el gobernador de Lara, Henry Falcón.
La delegación chavista estuvo integrada por el alcalde Jorge Rodríguez, el diputado Elías Jaua, el embajador Roy Chaderton y el gobernador de Aragua, Tarek El Aissami, quien ratificó por las redes sociales que el revocatorio contra Maduro estaba «muerto».
Los cinco puntos destacados como logros por Carlos Ocarín son: elecciones en Amazonas, respeto a la autonomía y facultades de la Asamblea Nacional, elecciones de los 2 miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) que vencen el 4 de diciembre, liberación de personas detenidas (no se menciona a los presos políticos), y finalmente compromisos para tomar medidas que mejoren el abastecimiento de alimentos y medicinas.
María Corina Machado y su movimiento Vente Venezuela que milita en la MUD junto a otros 15 miembros, emitió un comunicado en el que rechaza la totalidad de los 5 acuerdos logrados en la mesa de negociación y no concede un ápice al beneficio de la duda. Todo es un «error» en el acuerdo firmado por las dos partes. «Consideramos un gravísimo error haber desmovilizado y desmoralizado a los ciudadanos en nombre de un diálogo en el que no se propone como tema central la sustitución del régimen de Maduro ni la transición a la democracia. Se desmovilizó al país democrático cuando exigía en las calles su derecho a lograr el cambio político este año», señala Machado.
También «es un error aceptar la infamia que denomina ‘boicot económico y sabotaje’ al más grande desfalco de nuestras finanzas públicas y destrucción de nuestra economía realizado por el régimen en el poder».
Réplica de Torrealba
En las redes sociales han llovido las críticas con fuertes calificativos de supuestos «entreguistas y traidores» contra los representantes opositores por su actuación en las negociaciones.
El editorial de «El Nacional» tituló así «¿Diálogo en las nubes?». «Lo que el oficialismo está fingiendo entregar es lo que nos había quitado por medio de la fuerza y la ilegalidad», escribe.
Jesús «Chúo» Torrealba, secretario de la MUD, le salió al paso a las críticas en su cuenta de Twitter: «Es mucho? ¿Es muy poco? Depende de quién evalúe, y de cómo lo haga». Y añade: «Para quienes saben que desalojar del poder a un régimen inconstitucional y violento por vía pacífica y legal es una tarea muy dura, el haber logrado acuerdos que permitan la libertad de un número creciente de presos políticos, resolver la situación de los diputados de Amazonas, sacar a la Asamblea Nacional del falso desacato establecido por el TSJ y construir un acuerdo para definir en forma consensuada una nueva correlación de fuerzas en el Consejo Nacional Electoral, pueden ser considerados pasos iniciales de cierta importancia».