Sexto día del juicio a sobrinos de Cilia Flores: Las evidencias se mantienen y son válidas

Sexto día del juicio a sobrinos de Cilia Flores: Las evidencias se mantienen y son válidas

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Durante el sexto día del juicio de los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, los abogados defensores lograron eliminar al testigo clave del gobierno, el informante confidencial (CS1) José Santos Peña, quien participó en la operación que condujo a la captura de los familiares del presidente Nicolás Maduro, acusados de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a los Estados Unidos, informa la periodista Maibort Petit en su blog.





Por Maibort Petit
@maibortpetit

El abogado de Campo Flores, Randall Jackson y el de Flores de Freitas, David Rody se encargaron de enterrar la credibilidad del testigo de la DEA frente al jurado, consiguiendo-inclusive- que la fiscalía le advirtiera en corte que su acuerdo de cooperación quedaba sin efecto.

La defensa mostró unas grabaciones hechas por la oficina de presiones en la cárcel federal de California donde permanecen en custodia, Santos Peña y su hijo José Santos Junior ,desde agosto 4 de 2016. En los audios -que corresponden a conversaciones sostenida entre los dos informantes y dos hijos de Santos Peña (Joaquín e Hilario) que viven actualmente en Los Mochis, Sinaloa, México- se aprecia cuando los dos ex informantes organizan negocios ligados al narcotráfico.

En las grabaciones se escuchó a el ex informante de la DEA dando instrucciones a sus dos hijos para que realizaran operaciones de venta de drogas a algunos de sus clientes. Se habló de la entrega de maletas llenas de mercancía, unas 120 “bolas” cuyo contenido al parecer era cocaína. También se refirió a una transacción de anfetaminas.

Mientras Jackson y Rody destruyeron en su totalidad la credibilidad de CS1, los fiscales federales no les quedó más remedio que observar calladamente las confesiones que iba realizando lentamente Santos Peña a lo largo de su interrogatorio. Al final de la intervención de la defensa, el fiscal Emil Bove informó a Santos Peña que el gobierno no le entregaría la carta 5K, que es un instrumento donde en acusado de mentirle al gobierno federal podría obtener una disminución de su condena. Ahora, el ex informante de la DEA podría ser sentenciado a cadena perpetua, tal cual lo advirtió Jackson al final de su intervención.

Santos Peña es una parte clave de la acusación contra Campo Flores y Flores de Freitas, y jugó un papel importante en la investigación realizada por el gobierno para capturar a los dos acusados. Santos Peña confesó en corte que había sido el primero en plantear en las reuniones sostenidas con los sobrinos presidenciales en Caracas, que las drogas tenían como destino final a los Estados Unidos.

Cuando Bove informó a Santos Peña que se le retiraban todos los privilegios como cooperante, la cara del ex informante se transformó drásticamente frente a los ojos del jurado, que miraba incrédulo al testigo.

La defensa de Campo Flores y Flores de Freitas presentó el caso al jurado como “un complot preparado por los informantes de la DEA” para atraer a los hombres venezolanos a realizar un negocio de narcotráfico, “donde ellos no tenían que poner nada y que iban a ganar muchos millones de dólares”. Los abogados dijeron a los jurados que sus dos clientes fueron víctimas de los informantes de la DEA que buscaban peces gordos para cobrar una gran recompensa. ¿Usted lo hizo por dinero, por ganar mucho dinero? Preguntó el abogado Jackson en tono enérgico. El informante dijo: “No. Yo cobraba por todos mis trabajos, ya que todos eran exitosos”.

El abogado David Rody acusó a Santos Peña de haber “pescado” a los dos sobrinos del presidente Nicolás Maduro y la primera dama Cilia Flores como “trofeo” para la DEA, al igual que le preguntó si él tenía un sentimiento de odio o rabia contra la familia de los dos acusados. Santos dijo que no, que no tenía nada personal contra Campo y Flores ni su familia.

Rody recordó un chat entre Santos Peña y el agente especial Sandalio González donde este le manifiesta que quería tener sexo con la mamá de Efraín (Cilia Flores).

Las evidencias se mantienen y son válidas

A pesar de haber fulminado la credibilidad de las dos fuentes confidenciales de la DEA, la corte mantendrá las evidencias recogidas por los dos hombres que incluyen grabaciones de audio y video, hechas por CS1 y CS2 cuando fueron a Caracas a reunirse con Campo Flores y Flores de Freitas, y finiquitar el negocio que incluía el envío de 800 kilos de cocaína a Honduras, con destino final a los EEUU.

Al finalizar el interrogatorio de Santos Peña, el abogado Jackson dió la última estocada al afirmar frente al jurado que el kilo de cocaína que Campo Flores llevó a la reunión con CS1 en Caracas, no era cocaína de verdad. ¿Usted destruyó la cocaína de este caso cuando descubrió que no era cocaína de verdad? ¿Cierto?. Con ese zarpazo el abogado quiso imponer su criterio frente al jurado que lo escuchaba con mucha atención. Santos dijo que “si era cocaína y de la buena”.

El gobierno contraataca

Luego de ese revés, el fiscal Emil Bove mostró a los jurados transcripciones de comunicaciones por mensajes de textos que sostuvieron Campo Flores y una persona con apodada “Pepe”. En dichos chats se pudo leer que el hijastro de Maduro le pedía información a “Pepe” sobre los pilotos que harían el viaje del envío de la droga. Ambos decían que había necesidad urgente de reunirse. Campo dijo a “Pepe” que debían enviar regalos grandes a los tipos grandes.

Decían que eran empresarios y que tenían que actuar en consecuencia. “Pepe” le informaba a Campo que “ellos querían tomar crédito”(..) por 300, 500 “me gusta ese 500”, acota Campo.

“Pepe” respondía: “Le dije que nos diera crédito a nosotros”.
Campo: “Ya lo hicimos dos veces…ya” ¿Y con el portugués?
Cuando llegue a Miami voy a cambiar el ticket…
“Pepe”: Ellos quieren que les vendamos para la fiesta…1000…les dije que 3
Campo: 200 por unidad…Vente y hablamos.

Luego se mostró al jurado una conversación entre Flores de Freitas con PPR, donde el primero le pregunta al segundo por el -G52,…luego dice a dónde enviamos…3000 de créditos
F:Va al “El Sombrero”, esa era la condición..
PPR: Voy a juntarme con el magistrado….
F:Cuánto le digo…si ofrecemos un millón…
Dos..ellos me dan crédito…
Esperemos a ver si se puede meter más…

Otro agente de la DEA testifica en el estrado

Seguidamente testificó el agente Kimojha Brooks quien explicó que trabajó en la operación y fue el encargado de recibir, de manos de la policía de Haití, los teléfonos de los acusados, los pasaportes y fotografías de los pasaportes de los otros individuos que viajaron en el avión que llevó a Campo Flores y Flores de Freitas a Puerto Príncipe el 10 de noviembre de 2015.

Brooks dijo que se había encargado de la seguridad de los acusados, de tomar sus datos biográficos, de completar las formas de inmigración y el procedimiento de entrada a los EEUU.

El abogado David Rody preguntó a Brooks si él era el encargado de cuidar las evidencias, a lo que el agente respondió que sí, y que las había recibido de manos de los oficiales haitianos.

Dijo que el avión en el que viajaron los acusados no fue requisado por personal de la DEA, ya que no estaban autorizados.

Rody preguntó si vió que los acusados tenían drogas o armas consigo y Brooks dijo: “No”.

Un nuevo testigo aporta datos interesantes al caso

La fiscalía consiguió que el juez Paul Crotty aprobara el interrogatorio de un nuevo testigo, el hondureño Carlos González, quien participó en la conspiración por la cual son acusados Campo Flores y Flores de Freitas.

González apareció en la sala vestido con un uniforme beige de prisionero. Se declaró culpable del delito de conspirar para traficar 5 o más kilos de droga a los Estados Unidos. El hombre, de ciudadanía hondureña, se entregó voluntariamente a la DEA, luego que las autoridades de su país lo arrestaran. Estaba encargado del tráfico aéreo en el aeropuerto de la isla de Roatán “Juan Manuel Gálvez”, en Honduras.

El testigo dijo que trabajó con Carlos Amilcar Leva Contrera, alias “El Sentado” y un socio de éste de nombre Marcos Maryels. Aseguró que había asistido a dos reuniones en San Pedro Sula, relacionadas con un envío que saldría de la rampa presidencial del aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía.

González explicó que trabajó con el supuesto socio de Campo Flores y Flores de Freitas, preso en estos momentos en Honduras, Roberto de Jesús Soto García. Ambos viajaron a San Pedro Sula para reunirse con “El Sentado” y planear todo la logística para la llegada del primer cargamento de cocaína que enviarían los sobrinos de la primera dama Cilia Flores, el domingo 15 de noviembre de 2015 en horas de la tarde, al aeropuerto de Roatán controlado por González y Soto García.

González aseguró que cobraría 200 mil dólares por recibir el avión, y que el precio incluía al equipo del aeropuerto, entre los cuales se encontraban jefes del departamento de Planes de Vuelo, de radares, policías y militares hondureños.

La sesión de la tarde concluyó con el interrogatorio de González a quien al defensa atacó, con el ánimo de eliminar su credibilidad ante el jurado, sacando a colación que este hombre había sido acusado de violencia doméstica y tenía antecedentes criminales.

Este miércoles continúa el juicio con la presencia de 4 testigos por parte de la fiscalía.