En el marco de la mesa de análisis sobre el deterioro de la capacidad adquisitiva del trabajador organizada por el Instituto Nacional de Asuntos Sindicales (Inaesin) y Cedice, León Arismendi, profesor de la UCV y abogado laboral, afirmó que los continuos aumentos del salario minino solo le echan más gasolina a la crisis ya que no van acompañados de políticas económicas para frenar la fuerte inflación y promover la productividad.
Arismendi, director general de Inaesin, crítico que la decisión de aumentar el sueldo mínimo se haga de forma unilateral sin discutir con todos los sectores, lo recomendable en política laboral debe ser objeto de concertación y de acuerdos entre Estado, empresarios y las organizaciones sindicales. “Aquí se llegarían a los acuerdos donde los trabajadores queden satisfechos pero también se aumente la productividad y se genere más empleo, que los bienes necesarios para la población sea producidos en el país”, dijo.
Señaló que las erróneas políticas del Gobierno han destruido el trabajo como vía de progreso en Venezuela, porque cuando el ingreso del trabajador se reduce al ser arropado por la inflación el esfuerzo del trabajador queda sin sentido. “Porque es una realidad que a partir de su sueldo no pueden cubrir ni las más mínimas necesidades, siendo la respuesta del Poder Ejecutivo es echarle más gasolina al fuego con alzas salariales que se vuelven sal y agua ante la inflación”.
El profesor de la UCV explicó que para el pago de los aguinaldos solo cuenta el salario mínimo, es decir, el tique alimentación no vale para esta bonificación de fin de año, “Si la persona gana sueldo mínimo, la base de cálculo será de 27 mil bolívares, en esa cuenta no entran los 67 mil bolívares del tique. En otras palabras, el salario total de 90 mil bolívares no vale para los aguinaldos. Más del 60% del ingreso real no es calculado para aguinaldos y vacaciones”, destacó.
Señaló que aunque la mayoría de la población no lo recuerda, una parte muy grande de los aumentos salariales no tienen incidencia en prestaciones sociales ni cálculo de vacaciones, porque se pagan mediante el tique alimentación. “Lo que se percibe por tique alimentación es más del doble del salario mínimo, lo cual se ha convertido en una distorsión, se suponía que los ingresos no salariales no deberían superar 20% del ingreso total”.
Nota de prensa