El caso de los sobrinos del presidente venezolano Nicolás Maduro y su esposa, Cilia Flores, dejó al descubierto lo que por años los personeros del Gobierno han intentado ocultar. La revolución convirtió a Venezuela en un narcoestado.
Los sobrinos de la pareja presidencial enfrentaran entre 20 ó 30 años de prisión por planear llevar de contrabando 800 kilos de cocaína a Estados Unidos. Mientras el régimen sigue recibiendo dinero de este negocio ilícito, lamentablemente durante la mal llamada revolución, Venezuela se convirtió en receptor y emisor de estupefacientes.
Desde hace muchos años, vivimos en un narcoestado. Hay que recordar que en el año 2013 fueron decomisados por las autoridades francesas mil 300 kilos de cocaína en un avión de la línea Air France que partió desde el aeropuerto internacional de Maiquetía.
Por la droga decomisada en 30 maletas hubo un gran escándalo mundial, porque pocas veces ha sido introducida tal cantidad de drogas en un avión comercial, lo que reveló que las autoridades gubernamentales venezolanas han sido penetradas por el narcotráfico.
En el país no solo la familia del Presidente de la República y policías han estado en escándalos con el tráfico de drogas y estupefacientes, sino que hasta los militares están señalados de estar inmersos en este negocio, se cree que un grupo de militares de alto rango son narcotraficantes. En las grabaciones presentadas en el juicio de los sobrinos resultó implicado el Gobierno venezolano al asegurar que funcionarios del Ejecutivo Nacional controlan el Cartel de los Soles.
A los señalamientos de tráfico de drogas se suma que el propio ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, ha sido acusado de participar en una cadena de distribución de cocaína en Estados Unidos y el Gobierno venezolano en lugar de investigar estos hechos, lo premió otorgándole una cartera ministerial, lo que comprueba una vez más que durante la revolución convirtieron a Venezuela en un refugio para terroristas, guerrilleros y narcotraficantes.
En Venezuela el tema de las drogas dejó de ser un pequeño problema para convertirse en un problema internacional por todos los países que se han visto afectados con este negocio ilícito. El Gobierno de Nicolás Maduro y de su antecesor, el fallecido presidente Hugo Chávez Frías, le han restado importancia a esta problemática y no han tenido la voluntad política para enfrentarlo, dejaron que los tentáculos del narcotráfico se expandieran por todo el territorio nacional.
En Venezuela es necesario que se deje de considerar el negocio de la droga como un acto delictivo aislado, pues este tiene gran relación en el aumento incontrolable del índice de delincuencia organizada que solo busca enriquecerse a través de actos delictivos.
@AngelMachado